A pesar de enarbolar siempre la bandera de la ciencia al momento de militar sus desviaciones, la izquierda en general es poco o nada científica, de hecho, no existe ni remotamente algo llamado derecho científico, algo que podría brindarles un tronco en ese mar de locura donde hablan de aborto, incesto, pedofilia o asesinato.
En la sociedad occidental (nótese que solo hablo de sociedad occidental y no sociedad occidental y cristiana), el mantener relaciones sexuales conlleva un grado de responsabilidad y aceptación por ambas partes que no puede brindar nunca un niño. La superioridad del adulto al momento de seducir a un menor es una desventaja peligrosa y que solo apunta a satisfacer los deseos del adulto, puesto que estos impulsos no lo tienen los niños.
El argumento de la izquierda, y por eso deje afuera la cuestión de la cristiandad, es que los “cristianos antiderechos” juzgan las cosas en su condición de cristianos y en su concepto de pecaminosidad, dejando fuera a la ética (Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano). En mi caso particular, escribo estas líneas desde la ética, puesto que no he sido bendecido con el don de la fe; lo hago desde mi concepto de ética, pensando en aquello que es bueno o malo para mí y para quienes me rodean.
Entonces, para que no digan que exagero, aquí van algunos ejemplos de cuanto afirmo:
- La izquierda francesa viene presionando hace ya algún tiempo sobre los medios de comunicación para que los pedófilos no sean tratados como delincuentes ni como enfermos mentales, sino como personas libres que tienen una opción sexual diferente.
- En Holanda los pederastas cuentan con un partido político legal, el Partido del Amor Fraternal, la Libertad y la Diversidad (PNVD). En su plataforma abogan para rebajar la edad de consentimiento sexual de los 16 a los 12 años, legalizar la posesión de pornografía infantil y la zoofilia.
- Los M.A.T. (que es como ahora se hacen llamar los pederastas, que es la traducción de las siglas Personas Atraídas por Menores) ya están siendo admitidos por la mayoría de colectivos LGTBI que consideran que la pedofilia no es un delito sino otra opción sexual más.
Acá, en nuestro país, no estamos lejos de estas aberraciones, grupo de lobby como El Surtidor ya vienen haciendo lo propio, más disimulado que en otras tierras, pero lo hacen. En su último ataque, hablan de la alianza carto-fundamentalista que atenta contra la niñez; algo que en lo personal me suena tan poco serio como la conspiración judeo-masónica para la dominación mundial.
Como dijimos, en su último ataque El Surti buscan legitimar a la Ministro de la Niñez, a través de una conspiración para detenerla y evitar que siga combatiendo los abusos, algo que es una mentira de muy baja estofa. Lo que se busca a través de lo que propone la Ministra, es aumentar la participación del estado en la educación de los niños (no la formación académica, sino la formación en valores) en detrimento de los propios padres.
La izquierda, siempre denuncia los actos de pedofilia cometidos por los miembros del clero católico y esto no está mal, muy por el contrario; pero con el mismo énfasis que hacen esto, ocultan sus intenciones de legalizar esta práctica en palabras grandilocuentes o se oponen al endurecimiento de las penas a los violadores, dejando demostrado que no es una práctica que les moleste en lo absoluto.
La izquierda es pedófila y nadie podrá quitar esa idea de mi cabeza. La izquierda pos moderna, nacida luego del mayo francés en 1968, buscó siempre la liberación personal, algo que no sería malo si no desdeñara de la ética en esa búsqueda.
Siempre atacó a quienes se opusieron a sus perversiones y, enancados en una falsa superioridad intelectual buscan ubicarse como referentes morales cuando están muy lejos de serlo.
ND