Desde ayer el mundo del futbol se encuentra alborotado y no
es para menos. El diario “La Nación” publicó una “Investigación” donde se
vincularía al presidente del Club Olimpia con un esquema de amaño de partidos.
Esta “investigación”
provocó, incluso, una reunión de los popes del futbol paraguayo para solicitar
a la Asociación Paraguaya de Futbol
que inicie una investigación y, si correspondiese, una sanción para Marco Trovato, bajo la acusación de
influir en los resultados deportivos para favorecer a una red de apuestas.
Lo cierto, es que nada de esto debería suceder; no existe en
lo publicado (y quiero ser claro en esto, no reconozco esa publicación como
nota de investigación y si como nota de opinión) una sola línea que vincule al
presidente del Club Olimpia con el
amaño de partidos, tal vez (seguramente) pudiera establecerse un conflicto de
intereses o una falta ética, pero tampoco estoy seguro de esto.
La empresa de Marco
Trovato, hasta donde mi leal y fiel entender alcanza, solo funciona como “autopista” para el dinero de una casa
de apuestas y giros de dinero de una compañía de telefonía celular, por lo que
la ganancia de la empresa de Marco
Trovato no estaría en el resultado de los encuentros deportivos y si en la
circulación del dinero por esa “autopista” y, es importante destacar, que
independientemente del resultado, el dinero que atraviesa la plataforma paga y Trovato gana dinero.
Lo importante en todo este caso no es el hecho sino el contexto, bastó que se hablara de aprietes, usura y lavado de activos en el mundo del futbol para que la cortina de humo se hiciera presente. No nos dejemos engañar, nunca lean al diario de hoy sin recordar el de ayer y escribir mentalmente el de mañana, en los contextos surgen las verdades, siempre.
ND