La situación en Paraguay está lejos de calmarse. El número dos del Departamento de Estado para la región, Mark Wells, arribó esta semana a Asunción en una visita sorpresa, con el objetivo de reunirse con legisladores y autoridades. El encuentro no estaba programado y alimentó la sospecha que continuará la intervención de Estados Unidos sobre importantes dirigentes del gobernante Partido Colorado.
Fuentes del gobierno paraguayo consultadas por LPO confirmaron que «se trató de una visita sorpresiva, absolutamente fuera de agenda. Según sabemos, inicialmente el objetivo era reunirse con legisladores pero a último momento la ampliaron». Los legisladores invitados por la Embajada fueron Oscar Salomón, Jorge Querey, Lilian Samaniego, Salyn Buzarquis y Patrick Kemper quienes terminaron de confirmar que Estados Unidos mantendrá las acusaciones contra el ex presidente Horacio Cartés y el actual vice, Hugo Velázquez, algo que ratificó en conferencia de prensa el embajador, Marc Ostfield, que fue quien los denunció.
El viaje de Wells fue tan intempestivo que no pudo ser recibido por el canciller Julio César Arriola, quien partía a Italia en un viaje programado con el presidente Mario Abdo Benítez para la asunción de un Cardenal paraguayo y, probablemente, una reunión con el Papa Francisco.
Wells también tuvo encuentros con funcionarios del ministerio del Interior, Seguridad e Inteligencia. Las fuentes consultadas agregaron que «es llamativo que la fiscalía abriera la investigación contra el vicepresidente Velázquez, el mismo día que la embajada de Estados Unidos informara la visita de Wells al país». La semana pasada, el vicepresidente se negó a renunciar argumentando que pese a las denuncias del embajador Ostfield, no tenía ninguna causa en su contra en la justicia paraguaya.
El interrogante sigue siendo que es lo que lleva a Estados Unidos a intervenir de esta manera en Paraguay y en ese punto, LPO pudo saber uno de los puntos de conflictos está ligado a la construcción de la Pastera Paracel, ubicada en la zona de Concepción. Esta obra cuenta con una inversión de 3.200 millones de dólares que cuenta con el capital del grupos sueco Girindus Investments (Suecia) y Copetrol, propiedad del empresario paraguayo Blas Zapag que logró formar parte gracias a una inversión de 1400 millones de dólares del banco Goldman Sach. Esto demuestra un primer interés de los estadounidenses.
La familia Zapag es dueña de la principal distribuidora de combustible de Paraguay con una red de 360 estaciones de servicio. También tiene una importante flota de barcazas para traer el combustible desde el río de la Plata.
Una fuente muy al tanto de este proceso asegura que hay un disputa entre el capital trasnacional por el control de la zona donde está ubicada la Pastera. «Cartes instaló una cementera y Paracel hizo una inversión altísima de mas de 3 mil millones que la siguen ampliando con capitales canadienses, europeos y el capital inicial de Zapag».
Esta fuente asegura que «los Zapag juegan geopolíticamente, es una familia potentada, uno de los hermanos es uno de los dueños del club Cerro Porteño, tiene negocios en el agro y otros frentes y cuando se privatizó Petrobras, el que compro la franquicia fue Raul Zapag».
«Ese punto de distribución estratégico que baja por el río y tiene que usarse la Hidrovía. La disputa es por el control del territorio y de los capitales que están ahi. Es un punto fuerte de conflicto inter-elites porque al haber intereses trasnacionales desde la punta mas alta hacia abajo se requieren más control de la hidrovía y eso tensiona la triple frontera», añade. Blas Zapag y Cartes eran socios pero ahora se especula con que quiere aprovecharse de su caída en desgracia de Cartes para comprar sus empresas.
Pero esto no queda reducido a Paracel. Paraguay tendrá otras grandes inversiones vinculados a un cambio profundo de la matriz extractiva que permite la entrada de nuevos actores de poder: la célulosa y el hidrogeno verde. En ese sentido, hay dos grades proyectos: el mencionado Paracel que atrae más inversiones y genera una orbita alrededor de eso negocios en el norte y otro que se llama Omega Green, de hidrogeno verde, producción de etanol y se proyectan 20.000 barriles por día, produciendo una mezcla de combustibles como HVO (aceite vegetal hidro tratado, también conocido como Diesel renovable), SPK (Queroseno Parafino sintético, también conocida como Sustainable Aviation Fuel, o biojet), y nafta verde (utilizada en la industria química para fabricar plástico verde, entre otros productos).
La obra la lleva la empresa contratista estadounidense Honeywell UOP, propietario de la tecnología de refinación de combustible renovable y Crown Iron Works, otra empresa estadounidense que ofrece equipamientos de pre-tratamiento. El socio local de estas dos empresas es Copetrol, de Zapag.
El punto en común de estos proyectos millonarios no solo es de los capitales estadounidenses y su socio local sino la zona geográfica: Villeta y Concepción, donde se están concentrando grandes inversiones y ambas dependerán de la Hidrovía.
A su vez, Cartes también montó una cementera luego de salir del gobierno y, se sospecha, utilizó información clasificada para construir una empresa con el Instituto Nacional del Cemento, del Estado paraguayo.
El otro lobby fuerte es el uso electro-intensivo de la electricidad donde entran la minería y la cripto minería con capitales que vienen de Estados Unidos y Asia, incluso capitales chinos y la provisión de carne y soja, donde aparece otro jugador llamado Luis Alberto Pettengill, un empresario poderoso de la obra pública y dueño del Frigorífico Concepción quien además es candidato a Senador y muy cercano a Abdo Benítez.
Pettegill abrió una sede de su frigorífico en Bolivia desde donde exporta a China. «Lo otro que se habla es la ventaja que busca Paraguay en el TLC con India y Singapur que lo que buscan es utilizar esos tratados para contactarse con empresas y capitales chinos», explica fuente. «Todas estas empresas, hay que sumar Ball Corporation que se dedica a proveer latitas a todo el continente para Coca Cola, Pepsi y otras, entraron al mercado con Abdo. Por eso Estados Unidos lo apoya», agregó la fuente consultada.
La jugada de Estados Unidos en Paraguay cuenta entonces con varios frentes abiertos. Una suerte de limpieza del sistema político, la reconfiguracion de las alianzas con las elites locales (que explican la disputa Cartes-Zapag) y el control de un área estratégica que va desde el norte de Paraguay hasta la Hidrovía, incluyendo la triple frontera donde, como anticipó LPO, Estados Unidos quiere instalar una base militar.
Augusto Taglioni – LPO