Me hubiera gustado que el título sea liberalismo sin liberales, suena mejor pero sería un error ya que al no haber liberales no puede haber liberalismo. Ahora, el partido puede tener cualquier título pero debería reflejar su ideología obviamente, pero aquí, en Bolaguay, cualquier cosa puede pasar.
Es un país donde se le llama a lo que no es como si fuese y a lo que es por lo que no es, de modo que, peor que el título de la famosa novela del checo Milan Kundera «La insoportable levedad del ser» aquí es «La insoportable levedad del no ser», por eso vendría muy bien a los bolaguayos aprenderse el parlamento más conocido de todas las obras de Shakespeare; «Ser o no ser» de Hamlet.
A continuación una serie de ejemplos que demuestran la crisis existencial del bolaguayismo.
En el canal LGTB Telefuturo se emite un programa titulado «Polémica en el bar» que nunca tuvo un ápice de polémica, otro; «Políticamente incorrecto», conducido por el más destacado idiota de lo políticamente correcto en el país, un clon de Justin Trudeau bolaguayo.
También hubo BCPY I y II, en esta última versión se exhibía un desfile permanente de carnes exuberantes con un jurado que solo comía chorizos, nada que ver.
Tiempo atrás, en una heladería de la capital se ofrecía en el menú «Banana Split» sin banana, o sea, los tres gustos de helado excluida la fruta. Un tío mío en una ocasión pidió literalmente a la moza: «Traeme un banana sin banana».
No existe stronismo sin Stroessner pero en Bolaguay lo siguen repitiendo, tampoco oviedismo sin Oviedo y esto es más obvio aún, ya que muerto el general murió con él.
Pero aún con gente viva, o muertos que caminan si lo prefieren como lo dijo Marito el burrito alguna vez, no existe liberalismo en el Paraguay al no haber liberales; ¡Ni aún uno! El mal llamado Partido Liberal con todas sus ramas lleva un rótulo que nada tiene que ver con sus afiliados.
Si de la mayoría de sus integrantes se tratara debería llamarse el partido de los idiotas, Celeste Amarilla es prueba irrefutable de ello. Recordando a Kafka: «Un idiota es un idiota, mil idiotas son mil idiotas y diez mil idiotas son un partido político».
La «diputada» se ufanó de haber comprado su banca por 220 mil dólares para demostrar que tiene plata. Como si fuera poco, su antiliberalismo asemeja con el de Laíno, Blas Llano y Efraín Alegre, todos destacados idiotas del PLRA.
Corrupta confesa, estúpida y bocona contradice siempre cuanto principio liberal surja en algún debate o manifestación pública. Hoy solo me voy a referir a su último cacareo en el cual admite los fatos con el Estado y evidencia su anti-liberalismo a ultranza.
Si algún mérito tuvo Cartes fue su posición de no hacer fatos con el Estado como le enseño su padre Thelmo según dijo, tampoco es contrabandista como le acusó la «disputada» si no un astuto empresario criollo que lucra con las fuerzas naturales de la economía, es más, aunque ni cuenta se dé, el negocio principal de Cartes con los cigarrillos fue explotar el mayor grado de corrupción brasileña (70% impuesto al tabaco) con respecto a la menor grado de corrupción paraguaya en el rubro (12%), tuchaite la diferencia. En esta le doy la derecha, la morochonga también debería hacerlo si fuera liberal. Es muy distinto al padrino cuando hace una oferta que no se puede rechazar poniéndote una pistola en la cabeza, Cartes obliga a nadie a fumar.
Merienda escolar queda mejor que vender cigarrillos y más aún que comerciar «droga» en una sociedad tan hipócrita como la bolaguaya, sin embargo a mí me repugna mucho más el fato de la merienda escolar con el Gobierno utilizando a niños como excusa para que parezca un emprendimiento noble.
La intromisión del Estado criminaliza el consenso entre ciudadanos adultos que no tocan dinero público al intercambiar sustancias «prohibidas», esta condición se utiliza para mantener alto el precio y eliminar la competencia. Claro que el Estado es el principal beneficiado en el «narcotráfico» y a estas alturas ustedes ya deberían manejar estos conceptos, si no lo hacen están en condiciones de afiliarse al Partido Liberal sin liberales. La solución a todo este quilombo generado por la prohibición es la despenalización y bien sería una solución liberal, algo ajeno en la cabeza hueca de Celeste.
Surgió el tema de las grabaciones que ella denunció ser víctima incluso antes de comprar su curul, cuando era una «ciudadana común» le bajó, igual que su correlí Carlos Portillo quien dijo ya no eran comunes sino diputados. Como se nota que pertenecen al mismo partido de idiotas aunque en esta debo decir que comulgo con ella en que no debe hacerse.
Pero ¿porque tanto teme esas grabaciones que la involucran?
Sucede que hace el papel de viuda compungida, permaneciendo en esa condición aunque tiene la libertad de volver a casarse como lo sugiere el apóstol Pablo. ¿Qué es lo que dijo Pablo? Que la viuda queda libre y puede volver a casarse aunque mejor y más digno le sería quedarse como está. Si este es el caso, eso explica bastante sus desbordes y conducta errática y lo que le hace falta para tranquilizarse. ¿Voluntarios?
¿Será que todo al final es una cuestión sexual? ¿Qué la diputada no es otra cosa que una viuda alegre ejerciendo un liberalismo a «ultranza» en su vida privada?
¿No era pikó ser o no ser? O es nomás coger o no coger, ¿Esa es la cuestión? Naaaa!! No creo, aunque puedo estar equivocado.
De cualquier manera, cada uno puede hacer de su culo un florero y el que quiere con Celeste que le cueste, ella tiene plata, mucha plata, de las muchas meriendas escolares que vendió o mejor dicho fateó con el Estado y no cualquier seco le puede pretender. Además, ella está de moda ya que su nombre es la bandera de Ucrania, decime ná un poco.
