Pero en este caso, el marketing del gobierno nacional, no se hizo en base a una desgracia personal, sino a una desgracia de su pueblo. El caso de la ciudad de Pilar, deberá ser considerado de cara al futuro, como una clara muestra de lo que no hay que hacer en política. El mundo cambió, trajo las redes sociales y, con ellas, el escrache inmediato a quienes quieren tomar a la ciudadanía como idiotas.
Puntualmente hablo del video que «accidentalmente» publico en su Instagram Marly Figueredo, pieza clave en el entorno más cercano al presidente Abdo, donde el Intendente de la ciudad de Pilar, Alfredo «Chulo» Stete, les dicta el discurso que tienen que decir al momento de llegar a la zona afectada: “Es que el muro de Pilar se va a hacer, y se van a calmar, eso nomás tenés que decir al llegar y terminó el problema, le dije, eso nomás quiere escuchar la gente”.
Si bien este es el aspecto más grave de lo sucedido ayer, existen otros «detalles» que no deben ser pasados por alto; todos los integrantes de la Oficina de la Primera Dama y de la Presidencia, buscando desesperadamente una foto con un colchón o una frazada en la mano y, si fuera posible, abrazando a un damnificado con cara de circunstancia pero, como vemos en las fotos que acompañan a esta nota, la verdad es otra.
Estas herramientas con las que buscan generar empatía en la ciudadanía ya no sirven, se usaban cuando el mundo estaba dominado por los medios tradicionales y estos a su vez por la «billetera» gubernamental; hoy, en tiempo de redes sociales, todo es inmediato y no hay margen de error, el que se equivoca… pierde.