Finalizados los ejercicios militares chinos con munición de guerra, el gobierno de la República de China (Taiwán) expresó su posición a través de su Ministro de Relaciones Exteriores, Jaushieh Joseph Wu.
En los últimos días, China ha realizado ejercicios militares a gran escala alrededor de Taiwán, lo que amenaza gravemente la paz y la seguridad regionales. Quiero aprovechar esta oportunidad para dar a conocer la posición de Taiwán al respecto.
La decisión de China de realizar ejercicios militares en áreas que rodean a Taiwán es una grave violación de los derechos de Taiwán según el derecho internacional, particularmente en la forma en que designó las zonas para sus ejercicios. Además, ha obstaculizado las operaciones normales de una de las rutas aéreas y marítimas más transitadas de la región del Indo-Pacífico. Esto ha tenido un grave impacto en el transporte y el comercio internacionales y ha socavado la paz y la seguridad regionales. Por lo tanto, Taiwán condena enérgicamente el comportamiento extremadamente irresponsable de China.
Los ejercicios militares dirigidos a gran escala por China son una grave provocación. China ha utilizado la visita de la Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi a Taiwán como pretexto, para así insistir en sus verdaderas intenciones de diversas maneras:
En primer lugar, China ha amenazado militarmente a Taiwán durante años y continúa acrecentando sus intenciones. Esto es un hecho. China ha declarado abiertamente su dominio sobre el Estrecho de Taiwán. Su objetivo es quebrantar la libertad de navegación de la comunidad internacional en las aguas y el espacio aéreo del Estrecho de Taiwán al negar el statu quo de que es una vía marítima internacional. En esta ocasión, China también ha tomado medidas concretas para romper el acuerdo tácito de larga trayectoria sobre la línea media del Estrecho de Taiwán. Y después de que concluyan los simulacros, China puede tratar de hacer rutinaria su acción en un intento de romper el statu quo a largo plazo en el Estrecho de Taiwán.
En segundo lugar, China ha realizado ejercicios militares para prepararse para una invasión a Taiwán. Está realizando ejercicios militares a gran escala, lanzamientos de misiles, así como ataques cibernéticos, desinformación y coerción económica, en un intento por debilitar la moral de la población en Taiwán.
En tercer lugar, en términos del alcance de sus pruebas de misiles, China claramente está tratando de manipular a otros países para no interferir en su intento de invadir Taiwán. Su ensayo de tácticas anti-acceso/denegación de área (A2/AD) nos da una imagen clara de las ambiciones geoestratégicas de China más allá de Taiwán.
En otras palabras, la verdadera intención de China detrás de estos ejercicios militares es alterar el statu quo en el Estrecho de Taiwán y en toda la región, lo que ya ha traído inestabilidad significativa amenazando la seguridad regional.
Taiwán indudablemente tiene derecho a sostener relaciones con otros países y a participar y contribuir con la comunidad internacional. El pueblo de Taiwán también tiene derecho a expresar su voluntad colectiva a través del sistema democrático. China no tiene derecho a interferir o modificar esto. El gobierno de Taiwán ha mantenido constantemente sus cuatro compromisos: el compromiso con un sistema constitucional libre y democrático; el compromiso de que la República de China (Taiwán) y la República Popular China son jurisdicciones separadas, sin que ninguna esté subordinada a la otra; el compromiso de resistir la anexión o la usurpación de nuestra soberanía; y el compromiso de que el futuro de Taiwán debe decidirse de acuerdo con la voluntad del pueblo taiwanés. Taiwán agradece a sus amigos de todo el mundo que han levantado la voz valientemente, para condenar las acciones de China y apoyar a Taiwán. El respaldo de tantas naciones le permite al pueblo taiwanés saber que no está solo y envía un mensaje al mundo de que la democracia no cederá ante la intimidación del autoritarismo.
Aunque China parece estar apuntando a Taiwán ahora, sus actividades en todo el mundo han demostrado que su motivación va mucho más allá de Taiwán. China ahora está decidida a unir los mares de China Oriental y Meridional a través del Estrecho de Taiwán para que toda esta área se convierta en sus aguas internas. Es probable que sus intenciones no se detengan allí, ya que el Ejército Popular de Liberación o (PLA, siglas en inglés) ha cruzado la primera cadena de islas varias veces para realizar ejercicios militares en los últimos años. Además, en mayo de este año, China firmó un acuerdo de seguridad con las Islas Salomón y pretendía hacer lo mismo con más países del Pacífico. La influencia de China también se extiende al sudeste asiático, el sur de Asia e incluso África y América Latina. El comportamiento de China hacia Taiwán es simplemente un pretexto. Sus ambiciones e impacto se extienden mucho más allá de Taiwán. Por lo tanto, es fundamental que todas las naciones amantes de la libertad trabajen juntas para buscar formas de responder a la expansión del autoritarismo.
Al enfrentar los ejercicios militares de China, el pueblo, la sociedad, las fuerzas armadas y el gobierno de Taiwán han mostrado resiliencia, confianza y han mantenido la calma. Los continuos intentos de China de intimidar a Taiwán no nos asustarán ni nos derrotarán. A Taiwán no se le puede quitar los valores de libertad y democracia porque están integrados en nuestro ADN. Taiwán continuará defendiendo firmemente su estilo de vida libre y democrático. Actuando de acuerdo a sus creencias con la misma determinación, Taiwán continuará defendiendo la soberanía, libertad, democracia y prosperidad que le caracterizan. También esperamos que toda la comunidad internacional apoye a Taiwán y ponga fin a las amenazas irresponsables y la expansión ambiciosa de China y juntos salvaguardemos un Indo-Pacífico libre y abierto, estable y próspero.