Irán anunció este miércoles que dejará de permitir el ingreso de Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a sus instalaciones nucleares, así como la instalación de cámaras de vigilancia que controlen la actividad de su programa atómico.
La medida fue comunicada por Hamid Reza Haji Babaei, vicepresidente del Parlamento iraní, quien informó que los 221 legisladores presentes aprobaron por unanimidad la suspensión de la cooperación con el organismo. La resolución establece que esta restricción continuará hasta que “los centros nucleares y los científicos iraníes estén totalmente protegidos de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas” y según la evaluación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
La decisión, que profundiza la tensión entre Teherán y las potencias occidentales, llega tras semanas de severas críticas de Irán hacia Grossi, en el marco de la escalada bélica con Israel. La suspensión de la cooperación marca un nuevo punto de quiebre con el sistema internacional de controles sobre la proliferación nuclear y amenaza con incrementar la incertidumbre sobre los avances del programa atómico iraní.