Las amenazas lanzadas en los últimos días se hicieron realidad y la República Islámica de Irán atacó al Estado de Israel.
El motivo de este ataque sería una “revancha” por la destrucción que semanas atrás sufrió en la ciudad de Damasco, capital de Siria, la embajada de Irán, que fue gravemente dañada con numerosas víctimas.
En las últimas horas, previas al ataque lanzado por Irán, arios países islámicos suspendieron su tráfico aéreo y todos los vuelos internacionales para los próximos días.
En la región, la tensa calma que existía se rompió con el ataque lanzado por el grupo terrorista Hamás y la ofensiva militar con la que respondió el Estado de Israel en la Franja de Gaza.
Las operaciones militares que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) llevan a cabo en Gaza, se prolongaron mucho más de lo esperado y hay numerosas acusaciones de atrocidades cometidas por ambos bandos, así como condenas mutuas a nivel internacional.
Líbano y Jordania proveen de apoyo logístico a HAMAS desde hace varios años, y es bien sabido que Israel cuenta con la venia incondicional del gobierno de los EEUU, que sin embargo, tiene numerosos quebraderos de cabeza por la cantidad de frentes activos en los que debe intervenir, como es el caso de la Guerra en Ucrania. Incluso, más recientemente, en Yemen, donde las fuerzas aeronavales estadounidenses no lograron erradicar la constante amenaza de los Huzíes (o Hutíes) que con actos de piratería y golpes de mano, mantienen un férreo control sobre el estrecho de Mandeb, en la península arábiga.
¿Cuál podría ser el escenario a partir del ataque?
Este ataque de Irán a Israel podría desencadenar una serie de eventos con amplias implicaciones geopolíticas, económicas y humanitarias. Además, traería consigo repercusiones significativas a nivel regional e internacional.
A nivel regional
La primera de estas repercusiones es que Israel seguramente responderá con fuerza al ataque, utilizando su conocida capacidad militar para contraatacar a Irán. Esto podría incluir ataques aéreos, terrestres o incluso cibernéticos contra objetivos iraníes.
Medio Oriente, una región que de por si es propensa a los conflictos, se verá envuelta casi en su totalidad. El ataque y la posterior respuesta de Israel desencadenará una escalada en toda la región, con países vecinos tomando partido y participando activamente en el conflicto.
Si el conflicto, por su magnitud y cantidad de actores se prolonga, podría provocar una crisis humanitaria grave en la región, con desplazamiento de cientos de miles de personas, pérdida de vidas y daños a la infraestructura.
A nivel internacional
Considerando que Israel es un aliado de los Estados Unidos, este conflicto podría arrastrar a Estados Unidos y posiblemente a otros países aliados de Israel a la situación. Desencadenando una respuesta militar y diplomática más amplia. Además, tampoco se debería perder de vista la probable reacción de la creciente población musulmana dispersada por toda Europa.
Dado que el Medio Oriente es una importante región productora de petróleo, cualquier escalada en la región afectará, inevitablemente, el suministro global de petróleo, lo que impactaría en los precios del petróleo a nivel mundial y desde ahí a toda la cadena productiva global.