El multimillonario de origen chino, Bao Fan, desapareció en los últimos días. El magnate financiero y director del banco de inversiones China Renaissance se convirtió en una figura importante de la industria tecnológica por haber desempañado un rol clave en el surgimiento de compañías emergentes de internet en el país asiático.
Según el medio financiero Caixin, no se sabe nada del empresario desde la noche del jueves. «A la compañía no le fue posible contactar al señor Bao«, informó la compañía en un anuncio a la Bolsa de Valores de Hong Kong, sin dar más detalles. El anuncio provocó que las acciones de la empresa se desplomaran hasta un 30%.
A medida que pasaron los días, la inexplicable ausencia del «empresario estrella» se sumó a las misteriosas desapariciones de otros CEO de los últimos meses. En tanto, la atención giró hacia el gobierno de Xi Jinping y su política «represiva» contra la industria financiera por supuesta corrupción, que muchos sospechan que podría estar detrás del asunto.
Quién es Bao Fan, el magnate chino desaparecido
A sus 52 años, Bao Fan se convirtió en uno de los empresarios más importantes de China. Su carrera en el mundo de las finanzas comenzó a finales de la década del ochenta, cuando cursaba sus estudios en la Universidad de Fudan. Sin embargo, el salto lo dio cuando las empresas relacionadas al mundo de la tecnología empezaron a crecer exponencialmente.
Luego de trabajar en las bancas Credit Suisse y Morgan Stanley en los noventa, en 2005 Fan fundó China Renaissance, una empresa de asesoría financiera destinada a apoyar a los empresarios que apostaban por la tecnología durante el auge de internet. El nombre que eligió para su emprendimiento, «el Renacimiento de China», no parece haber sido casual.
Con los años, la empresa de Bao se convirtió en una banca de inversión, de gestión de inversiones y patrimonio. La compañía además supervisó la oferta pública de venta de varios gigantes locales de internet, incluida la firma líder en comercio electrónico JD.com. Asimismo, Bao Fan facilitó una famosa fusión entre el gigante de la movilidad compartida Didi, conocida como «el Uber chino», y su principal competidor en ese momento, Kuaidi Dache.
Por otro lado, la firma dirigida por Fan se quedó con el papel de colocador de deuda en la oferta pública inicial de 2.000 millones de dólares de Estados Unidos. También participó de la operación de 5.400 millones de dólares para la plataforma de vídeos cortos en Hong Kong en 2021, según varios medios locales. Bao, como director ejecutivo de la entidad, realizó los movimientos pertinentes para que la firma empezara a cotizar en el parqué hongkonés desde 2018.
Las misteriosas investigaciones sobre financistas en China
La desaparición de Bao ahora genera preocupaciones sobre una posible represión renovada de la industria financiera de China, ya que el presidente Xi Jinping persiste en una cruzada agresiva contra la supuesta corrupción.
Al respecto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, afirmó que «no estaba al tanto de la información relevante» luego de que se le preguntara sobre la desaparición de Bao. «China es un país bajo el estado de derecho. El gobierno chino protege los derechos legítimos de sus ciudadanos de acuerdo con la ley», consignó.
A pesar de las explicaciones del gobierno de Xi Jinping, el caso del director de China Renaissance vuelve a exponer un patrón de presunta persecución de los principales financistas del país llevada a cabo en los últimos años. En agosto de 2017, el empresario chino-canadiense Xiao Jianhua fue arrestado en su habitación de hotel en Hong Kong por efectivos policiales chinos vestidos de civil.
De vuelta en la China continental, Jianhua, quien supo tener vínculos estrechos con los altos mandos del Partido Comunista Chino, fue condenado a 13 años de prisión por cargos de corrupción. En el momento de su arresto, Xiao era uno de los hombres más ricos de China, con una fortuna estimada en 6.000 millones de dólares.
El caso más reciente fue el del presidente de China Renaissance, Cong Lin, que fue detenido en septiembre de 2022 cuando las autoridades iniciaron una investigación sobre su trabajo en la unidad de préstamos del banco estatal ICBC, informó el medio Caixin.
Con respecto a las misteriosas ausencias, en 2020 resonó el caso del empresario Jack Ma, cofundador del Grupo Alibaba, que desapareció en octubre poco después de pronunciar un discurso en el que criticaba el sistema de regulación financiera del país. Tenía planes de cotizar su Ant Group en la bolsa de valores, pero cuando reapareció luego de tres meses, fueron descartados de inmediato.