China, en medio de su interminable contienda comercial con Washington, ha lanzado este miércoles un paquete de medidas financieras para resistir a los impuestos aduaneros de Donald Trump, quien, aunque reculó con el resto de los países, no hizo lo mismo con Pekín, al que formalmente le declaró la guerra.
A pocos días de una reunión clave en Suiza entre funcionarios de Pekín y una delegación estadounidense para debatir sobre las tarifas —que alcanzan hasta un 145% sobre los productos chinos—, Trump parece no estar dispuesto a dar marcha atrás.
“Quieren reunirse, pero ahora mismo no están haciendo negocios. Su economía está sufriendo mucho porque no comercian con Estados Unidos. Y la mayor parte de su dinero proviene de Estados Unidos, no te engañes. No se lucran con otros países como este”, dijo Trump a los periodistas durante este miércoles.
Las declaraciones de Trump desde la Casa Blanca se enmarcaron en una rueda de prensa, en la que fue consultado sobre la guerra arancelaria con China, una comparecencia con motivo de la visita del primer ministro canadiense.