“La situación en el frente siempre es difícil en una guerra tan intensa. Pero en estos días -y especialmente en la zona de Donetsk- se está volviendo más difícil”, afirmó en un mensaje a la población el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, al tiempo que insiste en la necesidad de obtener más cantidad de armamento.
“La cúpula militar rusa ha ordenado a las tropas que tomen Chasiv Yar antes del 9 de mayo”, escribió en su canal de Telegram el comandante en jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski., en alusión al día en que Rusia celebra la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Tomar esa ciudad abriría el camino de los rusos hacia Kramatorsk, un nudo logístico importante y núcleo de la parte de Donetsk bajo control ucraniano, a unos 30 kilómetros de distancia.
Si bien hasta el momento, Ucrania ha logrado repeler los intentos rusos de hacerse fuertes en un distrito de la ciudad, es posible que las fuerzas rusas sean capaces de avanzar más rápidamente que en las ofensivas sobre Bajmut y Avdivka, apunta el Instituto estadounidense para el Estudio de la Guerra.
Según declaró a EFE el analista militar Oleksandr Kovalenko, es la combinación del “dominio total” de Rusia en el uso de bombas aéreas guiadas y el “déficit crítico” de municiones de artillería para Ucrania lo que favorece a Moscú; “Nos faltan municiones de artillería para suprimir las oleadas de asaltos rusos y en especial bombas de racimo, que serían especialmente efectivas”, explicó.
Especialistas coincidieron que la situación es similar o incluso peor que la de finales de la primavera de 2022, cuando Rusia avanzó en la vecina Lugansk.