El papa Francisco aprobó el 25 de marzo del 2024 el documento titulado «Dignitas Infinita», redactado principalmente por el cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, con ayuda de varios ministros y expertos de la Iglesia Católica en un proceso de creación que duró aproximadamente cinco años.
En el documento «Dignitas Infinita», que está investido de autoridad pontificia y magistral, la Iglesia Católica reafirma sus enseñanzas milenarias respecto a la dignidad humana, que está conferida por el mismo Dios y que no proviene de acuerdos ni pactos sociales o entre individuos, pues el hombre lleva intrínsecamente el sello de su Divino Hacedor por haber sido creado «a imagen y semejanza de Dios».
Luego de una extensa disquisición filosófica y teológica, el documento «Dignitas Infinita» procede a hacer una enumeración, meramente enunciativa pero no exhaustiva, de varios de los principales males que azotan a la sociedad posmoderna de nuestros tiempos.
Respecto a estas «violaciones graves de la dignidad humana», como las llama el documento mencionado, aparecen citadas: la pobreza, las guerras, el trabajo en condiciones indignas de los emigrantes, la trata de personas, los abusos sexuales, la violencia contra la mujer y el aborto; estos males fueron denunciados con especial énfasis por el papa Francisco a lo largo de su pontificado.
El texto magistral añade además otros aspectos que también fueron condenados por la Iglesia Católica a lo largo de su historia, pero que algunos comentaristas pretendieron malinterpretar de manera maliciosa, afirmando que el papa Francisco estaría a favor de estos puntos. La declaración «Dignitas Infinita» cierra la puerta a esas malas interpretaciones alevosas.
Fueron también condenadas en el documento: la maternidad subrogada (que convierte a los niños en mercancías), la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de las personas discapacitadas, la llamada «teoría de género» (que busca disociar al sexo biológico del género en el ser humano), el denominado «cambio de sexo», así como la «violencia digital».
El documento «Dignitas Infinita» de esta manera, aparece como una especie de «Syllabus» de los errores gravísimos que la sociedad posmoderna comete contra el ser humano y por extensión, contra el Divino Creador.
El papa Francisco, a través de su cardenal Víctor Manuel Fernández, demuestra así que la enseñanza apostólica permanece incólume.