Foto de archivo
La Encargada de Despacho del Decanato de la FACSO, Ada Vera (Esposa del senador Sixto Pereira), junto con la recientemente nombrada Directora de Extensión Universitaria Olga Paredes (Conocida por adulterar la escena donde perdiera la vida Rodrigo Quintana) y María Alejandra Garay acudieron a la escribana Juana Ignacia Acosta Lugo para intimar a la docente Sara López, quien es Secretaria General del Sindicato SITRAFACSO a ratificarse o rectificarse de un comunicado donde cuestionaban nombramientos bajo la famosa figura del «cargo de confianza».
En un claro ejemplo de que la «sororidad» solo es para los propios, dejan que claro el profundo desconocimiento de lo que se conoce como «estabilidad del dirigente sindical» establecida en la Ley N° 1172/1985, que es la garantía de inamovilidad en el trabajo otorgada a los trabajadores que ejercen funciones sindicales.
Del mismo modo, el Código Laboral establece que las autoridades DEBERÍAN ABSTENERSE A REALIZAR ACCIONES PARA LIMITAR EL DERECHO DE ACCIÓN SINDICAL (Art. 85).
Los problemas en la FACSO no tiene sexo ni genero, solo se trata de la férrea defensa de intereses particulares por sobre los intereses generales de la comunidad universitaria.