A pesar de que algunos «especialistas» relativicen las muertes ocurridas en Noruega tras la vacunación, no sucede lo mismo en aquel país ya que se están investigando 29 fallecimientos a los que se relaciona con la vacuna contra el COVID producida por Pfizer y BioNTech SE, según informa ‘Bloomberg‘.
Según informa la Agencia Noruega de Medicamentos: “Hay 13 muertes que han sido evaluadas y estamos al tanto de otras 16 muertes que se están evaluando actualmente”. Añaden que todas las muertes reportadas estaban relacionadas con “personas mayores con graves trastornos básicos”. “La mayoría de las personas han experimentado los efectos secundarios esperados de la vacuna, como náuseas y vómitos, fiebre, reacciones locales en el lugar de la inyección y empeoramiento de su afección subyacente”.
Además, la edad de los grupos de personas que están muriendo se reduce y se sitúa entre los 75 y los 80 años.
Preocupación en Australia
Lo que está sucediendo en Noruega está provocando la preocupación de otros países como Australia. Y es que este país tiene un acuerdo de compra con la misma compañía de diez millones de dosis. El ministro de Salud australiano, Greg Hunt, está intentando recabar más datos sobre esa vacuna tanto con la empresa como con el “regulador médico noruego”.