Sin pelos en la lengua y con duras palabras, el Banco de Inglaterra se dirigió a sus ciudadanos con un brutal mensaje a través de uno de sus directivos, quien ha declarado a los medios que “los ciudadanos del Reino Unido deben aceptar que son pobres”.
También, ha hablado sobre la influencia de la inflación en el Reino Unido, declarando que ha perjudicado mucho al país y de ahí la posibilidad de continuar con las tasas altas de interés, algo que no haría vislumbrar una salida para los ciudadanos.