Conversamos con el Dr. José Luís Mersán, médico paraguayo y director del Sanatorio Mersán de la ciudad Carapeguá, quien brindó una visión distinta respecto a la de sus colegas que plantearon la no atención de pacientes que no estén vacunados.
Para entender quien es el Doctor Mersán, es un profesional que, luego de una conferencia dictada ante un panel de profesionales de la salud en la prestigiosa Universidad de Duke (una de las universidades privadas más importante de los Estados Unidos y del mundo) se ganó, con justicia, el apodo de “Dr. House Paraguayo” por su visión de la medicina como un arte que se basa en las ciencias.
En primer lugar deseo agradecer a este medio que me brinda la oportunidad de expresar ciertos pensamientos y principios que rigen mi vida y mi profesión.
Desde muy joven me llamo la atención el sufrimiento humano manifestado en diversas formas de enfermedad y sus consecuencias sobre el individuo, la familia y la sociedad.
Con el tiempo me fui dando cuenta que nuestros principios occidentales y cristianos, que se remontan a los inicios de la medicina como arte y ciencia, desde la era Hipocrática, a pesar de todo, se mantienen tan vigentes: “Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre“ reza uno de los aforismos hipocráticos más famosos y que todos los médicos conocemos y que, para mí, tienen tanta importancia en la Ética Medica, que nos guía en busca permanente de la verdad y la práctica de la caridad y solidaridad para con el prójimo, entonces, ¿por qué negarle una atención médica, en el momento que más lo necesita, y lo que considero peor aún, por qué discriminar?, -cuando nunca lo hemos hecho- ¿Es el médico juez de conductas humanas y de situaciones complejas- o es el ser capaz de ayudar a través de su saber?
Inicialmente, nos gustaría conocer cuál es su posición, como profesional de la medicina respecto a la vacuna contra el Covid 19 y respecto de las propuestas de vacunación obligatoria que cada tanto surgen. ¿Cree que es correcto que se obligue a las personas a vacunarse contra su voluntad?
Con relación a las vacunas, no pretendo entrar en discusiones estériles, mi postura es que la persona que desee vacunarse lo haga convencida por la información recibida, o tal vez no lo haga por necesitar más información, o tal vez más tiempo para tomar sus propias decisiones, pero no a través de una presión u obligación, impuesta, de manera autoritaria, eso ha fracasado en muchos ejemplos, a lo largo de la historia
No soy pro ni anti vacunas, es más tengo el certificado completo de vacunación, sin embargo, no obligaré a nadie, ni tampoco negaré asistencia a vacunados y no vacunados
Estamos viviendo días calientes, a los problemas propios de la pandemia (problemas médicos, económicos y sociales), ahora se le están sumando problemas de tipo administrativo, si acaso cabe el término, como pueden ser las prohibiciones que se proponen de ingresar a determinados espacios a los no vacunados. ¿Médicamente hablando, es justificable de alguna manera, este tipo de restricciones? Sobre todo teniendo en cuenta que los mismos vacunados pueden ser también factores de riesgo.
A veces es importante parar y reflexionar, yo respeto las opiniones de los colegas, sin embargo, las conductas discriminatorias no las comparto. Por mi parte y por parte del formidable Equipo de médicos, enfermeras, técnicos y administrativos, puedo decir con satisfacción que compartimos el mismo afán de promocionar, recuperar y mejorar la salud de nuestros semejantes, es preciso respetar para ser respetados.
Hoy se hicieron públicas declaraciones de algunos de sus colegas que afirmaban que: “nosotros podemos elegir si le atendemos o no a una persona”, ¿Es esto, en algún punto, una violación del juramento hipocrático? Sobre todo en el pasaje que reza: “mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror”.
No perdamos el discernimiento, no perdamos nuestra esencia.
Teniendo en cuenta la actitud de algunos colegas o clínicas privadas, ¿Qué lo hace ponerse en un lugar distinto además de su ética profesional? ¿Hay algún argumento científico que consideró al momento de adoptar su postura?
Invito a los colegas a reflexionar profundamente en estos tiempos difíciles, ser racionales y desapasionados, seguir trabajando en aras de la salud y ayudar al prójimo sin distinciones.
“Primun non nocere” – primero no dañar, y para no dañar: asistir, educar, aliviar, consolar y curar cuando sea posible
