La Fiscalía confirmó que Rodolfo Friedmann y Marly Figueredo se exponen a unos 10 años de cárcel por la estructura organizada para lavar dinero mediante la empresa Eventos y Servicios S.A. (ESSA). Entre las evidencias existen cheques emitidos por esa firma para el pago de cuotas de vehículos 0 km adquiridos por el político para su esposa, de viajes por vacaciones en Semana Santa, obras de arte, entre otros.
En conferencia de prensa, el agente fiscal Osmar Legal dio los detalles sobre la imputación contra Rodolfo Friedmann, el diputado Ever Noguera, la exmodelo Marly Figueredo y otras personas.
El investigador dijo que existe la sospecha suficiente respecto a que Friedmann capitalizó la firma Essa, tenía pleno control de la misma y obtenía beneficios monetarios de las utilidades. “Organizó una estructura para que no sea visible ante los órganos de control”, lanzó.
Entre las evidencias citó la compra de un Mercedes Benz 0KM mediante un cheque emitido por la empresa Essa y que lleva la firma de Marly Figueredo, pero que fue sacado a nombre de Friedmann. “Tenemos la sospecha suficiente que el propio Rodolfo Friedmann hace la entrega del pago de una camioneta Mercedes – Benz y el pago se hace con un cheque de esa misma empresa”, dijo.
Así también el político guaireño realizaba compras de obras de arte y viajes a Río de Janeiro, todo a través de la empresa Essa.
“Rodolfo Friedmann tendría cierta participación en la empresa y había impuesto condiciones, como hacer que personas allegadas a su círculo formen parte de esa empresa. Habría solicitado habilitación de cuentas bancarias”, dijo además el agente fiscal.
En cuanto a la expectativa de pena, Legal reconoció que los tipos penales tienen altas penas previstas. Por ejemplo, citó que la administración en provecho propio tiene hasta 10 años de pena privativa de libertad. “Son marcos penales elevados. El de lavado de dinero es de hasta 10 años”, agregó sobre el delito que se le sindica a Marly Figueredo.
El fiscal mencionó que en la brevedad citará a declarar a los imputados, como así también al exsocio comercial de Friedmann, Hugo Alexander Torales Viveros, quien fue el que expuso el modus operandi del político guaireño para hacerse de dinero a costa del almuerzo escolar en el Guairá.
Para este prestanombre arrepentido, la Fiscalía aplicará una especie de delación premiada y será excluido del caso penal. “Él ha colaborado en esta denuncia que data del 2018. Su colaboración hace que se pueda sospechar de toda esta estructura montada. Lo que dice se conecta con las evidencias colectadas”, agregó.
En otro momento, respecto a por qué no pidió prisión preventiva para los investigados, el agente alegó que todo dependerá de cómo avanza el caso y si se percibe alguna obstrucción de la investigación para solicitar medidas más gravosas.
El juez José Delmás será el encargado de atender la causa y de pedir el desafuero de los legisladores involucrados, Rodolfo Friedmann y Ever Juan Aricio Noguera.
LA IMPUTACIÓN
Osmar Legal imputó por administración en provecho propio, lavado de dinero, asociación Criminal, cohecho Pasivo y adquisición en calidad de autor a Rodolfo Friedmann.
También a la esposa Marly Eliana Figueredo López por lavado de dinero en calidad de autora.
Igualmente al diputado Ever Noguera por administración en provecho propio y asociación criminal en carácter de cómplice.
Asimismo a Silvio Alfaro Alfaro por administración en provecho propio, lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en calidad de autor.
A Lourdes Auxiliadora González por administración en provecho propio, lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en carácter de autor. Finalmente a Eduardo Domínguez por lavado de dinero en calidad de cómplice y asociación criminal en calidad de autor.
La firma ESSA que creada para ganar licitaciones de almuerzo escolar en el departamento del Guairá. Inicialmente aparecía como accionista Ever Noguera, actual diputado. Siendo Friedmann senador y miembro del gabinete la empresa siguió operando y ganando licitaciones en otros departamentos. El negocio era manejado por la contadora de Friedmann y por Alvaro Alfaro, primo hermano de Rodolfo Friedmann.