El estado de Wisconsin, en Estados Unidos, ha causado un gran revuelo tras emitir una serie de recomendaciones que han sorprendido tanto a sus ciudadanos como a personas más allá de sus fronteras. En particular, una de las sugerencias que ha generado mayor controversia es la de reemplazar el término «madre» por «persona inseminada», especialmente en el contexto de la inseminación artificial. Esta propuesta surgió a raíz de la presentación del presupuesto del gobernador de Wisconsin, Tony Evers.
Evers, conocido por su enfoque progresista, ha sugerido una modificación en los términos de género utilizados en los estatutos estatales relacionados con la reproducción asistida. En su propuesta, no solo se busca cambiar “madre” por “persona inseminada”, sino también transformar el término “padre” en “padre natural” para que se ajusten a una visión neutral de género. Estas recomendaciones, que buscan adaptar el lenguaje a las exigencias de la equidad de género, se han encontrado con una fuerte oposición de diversos sectores que consideran que estas modificaciones desvirtúan conceptos tradicionales y fundamentales en la sociedad.