El batacazo de la Izquierda en las urnas legislativas de Francia contra todo pronóstico que daba al partido de Le Pen como el ganador, incomoda a un grueso de la ciudadanía que observa con recelo el festejo de una marea de musulmanes ondeando banderas palestinas en la vía pública: un electorado islámico que el propio Emmanuel Macron ha tenido que interpelar para poder gobernar.
El Nuevo Frente Popular, coalición de izquierda, aseguró su mayoría de escaños en el Congreso francés tras este fin de semana, aunque quedó debajo del umbral de 289 escaños para una mayoría absoluta. La alianza centrista Ensemble del presidente Macron terminó en segundo lugar, incluso por delante del partido de derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen pese a que las encuestas vaticinaban un arrollador triunfo.
El partido de Le Pen estuvo más cerca que nunca de conformar gobierno tras liderar la primera vuelta electoral legislativa del 30 de junio, pero, el electorado musulmán habría jugado un papel clave en la victoria de la agrupación izquierdista de Jean-Luc Mélenchon.
Se estima que de los 7 millones que profesan el Corán en Francia, al menos un 70% de ellos ha votado a Mélenchon, mientras que sólo un 14 % a Macron en las elecciones del 2022, pero jamás se han sentido representados por la política de Le Pen, lógicamente.
También, en las elecciones de eurodiputados de Francia en la UE, según un sondeo realizado por Le Point, el 70% de los musulmanes eligieron a partidos de la coalición de extrema izquierda como Francia Insumisa dirigida por Jean-Luc Mélenchon (que dio un batacazo este fin de semana). Es más, un 92% de los judíos franceses y el 53% de los franceses acusan a tal partido de Izquierda de ‘fogonear’ el antisemitismo en el país.