En un esfuerzo por abordar el creciente caos que azota a Haití, República Dominicana ha acelerado la construcción de un muro fronterizo que se extiende a lo largo de los 400 kilómetros que comparte con la nación vecina. La iniciativa, liderada por el presidente dominicano Luis Abinader, busca frenar el tráfico de personas y la entrada de criminales provenientes de Haití.
La decisión de erigir este muro surge en un momento en que Haití experimenta niveles alarmantes de anarquía, con su primer ministro incapaz de retornar de un viaje al extranjero y amplias zonas de Puerto Príncipe bajo el control de líderes de bandas y señores de la guerra, tal como Jimmy “Barbecue” Chérizier, quien aspira a una reestructuración completa del sistema político haitiano.
De acuerdo con The Wall Street Journal, el proyecto de construcción del muro, que tiene un costo de 120 millones de dólares, fue aprobado hace tres años, inspirándose en las fortificaciones que Israel construyó en los Altos del Golán para separarse de Siria.