El gobernador del Partido Demócrata, Tony Evers, convocó a una sesión especial para abolir una ley que «prohíbe el aborto en todas sus formas«, aprobada en 1849, que había quedado sin efecto con el fallo de la Corte Suprema, Roe v. Wade, en 1973.
Sin embargo, en una legislatura dominada por el Partido Republicano, la sesión terminó tan rápido como empezó, apenas duró 14 segundos, la votación más rápida de la historia del Estado.
A modo de protesta, la organización abortista «Planned Parenthood Advocates of Wisconsin» entraron por la fuerza al edificio de la Legislatura, y protestaron por varias horas en los pasillos del establecimiento, en una situación tan violenta como la del 6 de Enero en el Capitolio en Washington D.C., pero esta vez nadie habla de «insurrección».