El Gobierno alemán anunció que dará marcha atrás en sus intenciones de eliminar una exención fiscal para los vehículos agrícolas y para el combustible diésel utilizado en la agricultura.
Estos cambios en la política fiscal responden a las protestas masivas de agricultores, que bloquearon las calles de Berlín en la Puerta de Brandenburgo con 1.700 tractores en rechazo al ajuste fiscal propuesto.
No obstante, la asociación que nuclea a los productores ha convocado a más manifestaciones este mes. Incluso, han contado con el apoyo del ministro de Agricultura, Cem Özdemir, quien se pronunció en contra del ajuste fiscal al campo.
El gobierno comunicó que eliminará gradualmente las exenciones fiscales sobre el combustible diésel para los agricultores en lugar de recortar el beneficio abruptamente como se había propuesto, con el fin de “dar a las empresas afectadas más tiempo para adaptarse”.
Además, voceros oficiales también informaron que renunciarán a los aumentos de impuestos previstos para los vehículos agrícolas.
Los representantes del sector agropecuario afirmaron que “Esto sólo puede ser un primer paso” y agregaron que “Nuestra posición sigue siendo la misma: ambas propuestas de recortes deben retirarse de la mesa. Está claro que también se trata de la viabilidad futura de nuestra industria y de la cuestión de si la producción nacional de alimentos sigue siendo deseable”