La Relatora Especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, reaccionó a la demanda de liberación de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre, tildándola de “inaceptable”.
Este escándalo se desata después de que se conociera que las Naciones Unidas tenían contratados a muchos de los terroristas que perpetraron los crímenes del mes de octubre, como el caso de un «profesor» de la UNRWA que mantuvo a uno de los rehenes en un ático, privado de comida y atención médica durante 50 días.
Albanese, también había expresado su indignación con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se había referido a la masacre del 7 de octubre como “la mayor masacre antisemita de nuestro siglo”, insistiendo en que la matanza de 1.200 israelíes fue simplemente una “respuesta a la opresión de Israel”.
En respuesta, el gobierno israelí vetó el ingreso de la funcionaria de las Naciones Unidas a Israel y los territorios ocupados.