lunes, 23 diciembre, 2024

Chemopirimba

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No podía dejar de escribir unas líneas sobre un hecho que acaparó la atención estos días y me resulta tremendamente importante mencionarlo, por varias razones: por el momento, por la forma y por el significado.

Paraguay es un país que necesita, desesperadamente, razones para unirse y motivos para festejar. Y, en momentos de tanta polarización y división, como un bálsamo para el alma de más de seis millones, vino el festejo de los pibes de la sub23. Campeones del Preolímpico y clasificación a los Juegos Olímpicos de París. ¡Tremenda alegría!

En un momento de descrédito importante de la selección absoluta, los pibes de la sub23 vinieron a darnos un sacudón de esperanza. Es que, no sólo ganaron el Preolímpico, sino que lo hicieron de una manera que identifica a todos: nuestra manera. Competitividad física, empeño, sacrificio y esfuerzo de todos para anular al rival, juego simple, efectivo y contundente. Sin recetas más que ser competitivos manteniendo la esencia y la estirpe guaraní, bajo el liderazgo de uno de los nuestros, de lo mejor de los nuestros.

Desde la entonación del himno nacional, el lenguaje corporal de estos pibes era otro al que estamos acostumbrados. Yo los miraba y pensaba, todavía están sanos… No es poco. He dicho siempre, que además de motivos de alegría y razones que nos unan, necesitamos reflexionar sobre nuestra identidad, ponernos a pensar en aquello que nos identifica, aquello en lo que somos buenos, aquello que nos hace distintos, aquello que nos hace únicos, aquello en lo que somos fuertes, aquello en lo que somos indoblegables ante igualdad de condiciones, aquello que nos hace sentir orgullosos de ser paraguayos. ¿Qué tenemos los paraguayos, que al mirarnos la cara nos hace sentir orgullosos?

El campeonato que jugaron los pibes es una muestra no sólo de que se pueden, sino que se DEBEN dejar de lado las diferencias cuando el país está primero. Porque es mucho más importante lo que nos une que lo que nos divide. Ellos ni lo piensan, no condicionan su ida a la selección a que todos sus compañeros sean de su equipo… ¡porque está el país delante!

¿Cuándo podremos tomar consciencia y darnos cuenta de que el país está adelante? ¡SIEMPRE ADELANTE! Hasta un punto podemos disentir, podemos diferir, podemos tener “nuestro equipo” pero hay una línea que define a partir de dónde estamos obligados a consensuar y construir porque hay un país delante. Y hay un país detrás…

Hay un punto en que no importa si sos del Frente Guazú o de la ANR, del PLRA o de Patria Querida; hay un punto en que el motivo no es si sos de Guaraní o de Libertad, de Olimpia o de Cerro… el motivo es HAMBRE CERO.

¿Se entiende?

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