Por José Chih-Cheng Han, Embajador de la República de China (Taiwán) en Paraguay
El cambio climático que expone a la humanidad al peligro, es cada vez más evidente y urgente, lo demuestran fenómenos como las temperaturas récord registradas en julio en todo el mundo. Como afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas, Antόnio Guterres, “hemos pasado de una era de calentamiento global a una de ebullición global”
Como miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwán ha iniciado este año una serie de acciones para combatir el cambio climático. A través de legalización de la “Ley de Respuesta al Cambio Climático” el 15 de febrero de este año, Taiwán se convirtió en el decimoctavo país del mundo en codificar el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Además estableció oficialmente la Bolsa de Soluciones de Carbono, uniéndose al listado de países con plataformas de comercio de carbono.
El 19 de julio de 2023, Taiwán organizó en Taipéi el Foro sobre el Cambio Climático del Pacífico, invitando a las naciones insulares del Pacífico y países de ideas afines para discutir sobre cuestiones de adaptación climática. En este foro, Taiwán firmó la primera Declaración Conjunta sobre la Lucha contra el Cambio Climático con las Islas Marshall, Nauru, Palau y Tuvalu, planeando establecer un fondo de transición justa con estos cuatro países para fortalecer la cooperación en adaptación climática.
En respuesta al Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono (CBAM, siglas en inglés) de la Unión Europea y a las tendencias de descarbonización de la cadena de suministro, Taiwán ha acelerado sus esfuerzos para implementar mecanismos de fijación de precios e inventario de carbono. Además, como eslabón importante en la cadena de suministro global, Taiwán ha incorporado cuestiones ambientales en las negociaciones con los Estados Unidos en el marco de la Iniciativa del Comercio del Siglo XXI entre Taiwán y EE UU, y con el Reino Unido para la Asociación Comercial Mejorada. Esto garantizará que Taiwán y sus socios de ideas en común continúen promoviendo aún más el comercio internacional contribuyendo a la sostenibilidad ambiental global y alineándose así con la gobernanza climática internacional.
El cambio climático no discrimina, y los espacios de debate para abordarlo, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París, no deberían discriminar a Taiwán por injerencia política. Al igual que Paraguay, un país que dignifica la naturaleza y respeta la protección ambiental, Taiwán nunca ha eludido sus responsabilidades. Este tipo de escenarios es fundamental para el desarrollo sostenible global y la construcción de un futuro que afectaría al mundo entero, la exclusión no debería tener espacio en un panorama que requiere la responsabilidad de todos y donde la igualdad de oportunidades debería ser un valor inalterable. La indiferencia de la comunidad internacional y la complicidad de algunos países subordinados a la ridícula imposición de China Continental, sigue excluyendo a los 23 millones de taiwaneses en el trabajo conjunto para mitigar el cambio climático. ¡Ya es hora!