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El burro y el conejo

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La presidencia de Marito es solo comparable al programejo “El Conejo”.

Tienen en común que este es el peor espacio de la historia de la tv paraguaya y aquel el peor presidente de la historia del Paraguay.

Notable que este viene del seno familiar del mejor gobierno que tuvimos en nuestra existencia como nación independiente y aquel se emite en el canal donde se produjo el programa más exitoso de la TV paraguaya.

Papá burro era primo de Stroessner por las madres y por eso este le tenía confianza, el famoso lazo de sangre tan importante en los países católicos, así como en la mafia. Por eso, con esto, me permito incluir a Hans-Herman Hoppe una vez más:

Solo quisiera que la gente reconociera las cosas como son de verdad. Quisiera que entendiera los impuestos como robo, los políticos como ladrones y todo el aparato y burocracia del Estado como una estructura de protección, una empresa similar a la Mafia, solo que mucho más grande y peligrosa.

En resumen. quisiera que odiaran el Estado. Si todos creyeran e hicieran esto, entonces, todo el poder del Estado se desvanecería casi instantáneamente.

¡Aleluya!

No se puede hacer lo que propone Hans-Hermann porque este mundo está lleno de idiotas que ni aún Cristo pudo curar según el maestro Kalil Gibrán. Sumado a lo dicho por el filósofo francés Voltaire, el preferido del chaqueñito: “Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran”, vemos pues que debemos convivir con los pelotudos.

De modo que, aceptando completamente el concepto de Hoppe, todo presidente de cualquier república o lo que fuere, como jefe de Estado, es el capo de una mafia enorme que apresa y mata de acuerdo a sus perversos intereses. Es el jefe del crimen organizado y encima legalizado más peligroso que existe, el cual, como si no fuera suficiente, al ponerla en las pezuñas de un burro se vuelve mucho más letal que un mono con ametralladora.

Entonces, ¿es el pueblo cómplice porqué lo votó? De ninguna manera, fue el embajador del mal el que lo puso en el trono antes que acabe el show eleccionario yendo a su casa a llevarle su adhesión-confirmación, respaldado inmediatamente por su esbirro Bestard en la injusticia electoral, consuetudinario coto yanqui y de la torta Chucky. Ellos saben bien quien tuvo más votos.

Pierde el que gana y gana el que pierde porque si gana el que gana es mucho más difícil manejarlo. De cualquier manera, está tan avanzada la metodología de la ilegitimidad que los candidatos en danza posiblemente ya estén filtrados por sus futuros amos antes que suban al escenario. Por ello, se entiende que en el show pasado nombraron al burro, pero esta vez quisieron ungir al que supuestamente perdió ante el asno en la última puesta en escena, total, era como elegir entre el cáncer o el sida como expresó Vargas Llosa con respecto a una de las elecciones del Perú.

El slogan que embanderó la autodenominada oposición “el cambio que todos queremos” es falso de toda falsedad, ese cambio no es oposición alguna sino imposición para que dejemos de ser lo que somos y nos adecuemos al globalismo apátrida y tiránico, genocida, degenerado por supuesto, discriminador y racista a más no poder. De ahí que, el nacionalismo soberano y el conservadurismo tradicional se convirtió en la verdadera oposición, la cual, ganó en forma categórica y contundente.

Pero, ser electo presidente del Paraguay es caer en una trampa del mismo modo que la democracia elegirá al anticristo según el libro de Arno Foese: “How democracy will elect the Antichrist”.

El presidente está cercado por la piara del chiquero, lleno de miembros ilegítimos y en algunos casos analfabetos funcionales, sin embargo, pueden hacer el rekutu permanentemente mientras el jefe del ejecutivo, el único elegido libre y directamente no puede ser re-electo. Esta es la trampa y es hora que se den cuenta.

Nada es casualidad en política decía el demonio FDR, se lo dijo una vez en la Casa Blanca a la diabla princesa Beatriz, luego reina de Holanda quien hace algunos años abdicó en favor de su hijo Alejandro Guillermo, sobrino del híper nazi y fundador del club Bilderberg, el finado príncipe Bernardo, entre paréntesis, dueño de la compañía Shell, para que sepan en que Concha están metiendo sus guaraníes cada vez que cargan nafta aguada en esas estaciones de servicio.

Los subsidios electorales son compra de votos, nada más, el orden de los factores no altera el valor del producto.

¿No es una contradicción decir entonces que Santi Peña ganó en forma clara con todo lo expuesto?

Para nada, el show debe hacerse para que se le pueda responsabilizar al pueblo y darle al gobierno a la vez un halo de legitimidad. El problema para los manipuladores es que deben disfrazar su estrategia porque de lo contrario no sería necesaria la puesta en escena, bastaría con una dieta para confirmar o aplazar un candidato como se hacía con los monarcas del medioevo.

Entonces, cuando surge un fenómeno como Trump, Bolsonaro u Oviedo, la ola que generan supera y ahoga el fraude que se intenta. O bien un escenario como el que nos tocó este año, hace que la gente reaccione y produzca un resultado difícil de atajar aún con la trampa. No se puede parar el viento.

Total, la principal trampa ya está consumada institucionalmente, tanto en la Constitución como en el Código Electoral en el cual se lee claramente que el voto no es el que cuenta sino las actas que se elaboran en las mesas donde están los representantes de los principales partidos subsidiados con nuestro propio dinero para que nos sigan robando después.

Entonces, una vez adentro y quitado el trapo que cubre el canasto, empezamos a conocer ese hato de manzanas podridas metidas de contrabando en las cámaras y a los que llamamos “representantes” del pueblo en el Congreso, los cuales, no gozan de respaldo popular precisamente. Es un club de extraños formado a platazo limpio.

El gobierno mafioso paraguayo está aliado y sometido a su vez a otro más grande y criminal, la administración Biden, y este forma parte de la ONU que es la mafia madre ya que aúna a gran parte de los gobiernos de este mundo, los cuales, en el concepto de Hoppe, que hago mío por supuesto, son grandes mafias criminales. La organización de nazis unidos es la mafia de las mafias como el capo de todos los capos, de ahí su agenda global y criminal.

Volviendo a la nuestra, el primer acto de gobierno asnal fue retirar la embajada paraguaya de Jerusalén, me importa un bledo los incrédulos y cobardes que temen a los cobardes que asesinan gente inocente volándose a sí mismos, y así comenzaron las maldiciones, hasta el rio Paraná se secó, uno de los más caudalosos del mundo.

El segundo acto fue la propuesta del ejecutivo del paquete anti-lavado por el Congreso aprobado para desacelerar el crecimiento de la economía paraguaya y estar controlados por diversas organizaciones extranjeras, partes del crimen internacional organizado y legalizado también vía tratados coimeados, y por supuesto con la participación estelar de la embajadora.

Después vino la pandemia, la cual, estaba planeada y era necesario un pusilánime en la silla de López para que sea un vector incondicional de todas las instrucciones que venían desde afuera, OMS y compañía y así lograr su cometido, el silencioso y auto infringido genocidio aprobado por nuestros “representantes” exculpando por “ley” a los responsables.

Finalmente se va este ciudadano por el excusado de la historia. Hijo de don Mario Abdo Benitez, de quien la ciudadanía toda se burló durante una generación cada vez que surgía un chiste en alusión a sus pocas luces. Por supuesto, hijo de burro sale burro, indefectiblemente.

Marito presidente es el peor chiste que contó en la historia de nuestro país, de terror, fue la venganza de ultratumba de su progenitor, quien, desde donde esté, maliciosamente estaría diciendo que el que ríe último ríe mejor. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Es la carcajada del diablo la que se escucha.

Feliz día de la bandera.

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