A pesar de que el primer intento fracasó porque el 62% del electorado de Chile rechazó la reforma constitucional a comienzos de septiembre, el Congreso chileno aprobó ayer un nuevo proyecto de reforma constitucional que da el puntapié para un nuevo proceso para reemplazar la carta magna vigente.
La Cámara de Diputados aprobó la iniciativa por 109 votos a favor, 37 en contra y dos abstenciones. El Senado le había dado el visto bueno hace una semana con 44 sufragios a favor, siete en contra y una abstención.
La iniciativa se convertirá en ley cuando sea promulgada por el presidente Gabriel Boric y publicada en la gaceta oficial, lo que ocurrirá en los próximos días.