No voy a estar diciendo nada nuevo si digo que los periodistas que supimos conseguir no tienen ninguna credibilidad; tampoco, si digo que muchas de las encuestas que circulan son irreales pero, siempre existen señales que marcan cual es la temperatura real de los temas.
Lo que vimos hoy en Telefuturo es una muestra de lo que afirmo. Nenecho está arriba en la intención de votos, sino no hubiese sido emboscado por los panelistas de ese canal.
Otra muestra de esas señales es el cambio en la actitud de Nakayama, sobre todo porque es el único que a lo largo de su campaña buscó hacer gala y diferenciarse del resto por su curriculum. De alguien así, al menos yo, espero propuestas y no agravios; sobre todo después de haber llorado como una Magdalena durante días por sentirse discriminado porque se le dijo japonés, e inmediatamente después, discriminar a su contendiente por ser supuestamente caacupeño, dejando en claro que para él, los electores de Asunción se dividen en castas: los nacidos en Asunción y los “Burakumin”, término japonés para la casta social más baja, también conocida como los intocables.
Pedían debate y, cuando tuvieron oportunidad de debatir, no lo hicieron y todo se redujo a la actitud patoteril que podríamos esperar de un Stiben Patrón, no de Nakayama y las pequeñeces habituales: quien es más asunceno, quien miente más o lamentos por los términos de la campaña.
Resta una semana para las elecciones y los ciudadanos continúan escuchando peleas de vecinas, discursos vacíos, desubicados y alejados de la realidad que les tocará gestionar… después no se quejen si los electores votan colores y no candidatos o propuestas, ustedes son los culpables.