Aunque no tiene ni un mes en el poder, el presidente de Perú, Pedro Castillo, no escatima ninguna oportunidad en sus actos populistas para arremeter contra la prensa, tal como en el pasado lo han hecho sus aliados ideológicos de regímenes socialistas como Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
El líder comunista no solo ha comenzado a obstaculizar y limitar el trabajo de los medios de comunicación en su país, sino que también confesó que no le gustan los titulares de las noticias que son divulgadas tanto en periódicos como en la plataforma digital.
El periodismo libre e independiente realizado en la nación andina nunca antes había sido atacado u obstaculizado hasta que Castillo comenzó a dar órdenes que violan la libertad de prensa e información, tal y como lo señaló el gremio periodístico recientemente.
La nueva arremetida la realizó durante un acto en Piura (noroeste) para los damnificados del sismo ocurrido en esa región el pasado 30 de julio.
Castillo advirtió que su gobierno comunista está haciendo un esfuerzo por “ordenar la casa”, en referencia a sus primeros días de su gestión, así como por las decisiones que ha tomado.
Luego de dar un discurso buscando la aprobación de las familias que se encuentran en una situación crítica por el sismo, indicó finalmente que se invertirán 19 millones de soles en la zona afectada, equivalentes a unos 4 millones 600 mil dólares estadounidenses.
Protestas
Durante la visita de Castillo a Piura, ciudadanos rechazaron la presencia tanto de él, como de su gabinete ministerial, entre los que destaca Guido Bellido, quien es acusado de apología al terrorismo, por lo que exigían la renuncia del funcionario comunista.
Los manifestantes le dijeron a la prensa local que la actual gestión ministerial está compuesta por “personas con investigaciones de delitos graves” y es “un gabinete improvisado”.
Además, cuestionaron la elección de Castillo, quien llegó a la presidencia en medio de denuncias por irregularidades en el conteo de votos.