El Telescopio Espacial James Webb (JWST), cuyo lanzamiento está previsto para finales de 2021, puede nacer con una mancha y no precisamente en su precisa pieza óptica.
La NASA ha abierto una investigación interna para decidir si debe cambiar de nombre al mayor observatorio espacial de todos los tiempos, considerado el sucesor del icónico Hubble y que ha costado más de 8.800 millones de dólares.
¿El motivo? Informes que acusan a James Webb, el administrador de la agencia en los años 60 al que honra el observatorio, de estar involucrado en la persecución de gays y lesbianas durante su carrera en el Gobierno estadounidense.
Para algunos astrónomos, el JWST podría exaltar los sentimientos homófobos y anti LGTB.