Que Pedro Galli haya bajado su candidatura a senador de la Nación no sorprende, después de todo nadie lo iba a votar y encima corría el riesgo de perder la presidencia de la ARP detrás de sus apetencias personales.
Ahora, que de repente intente recuperar el tiempo perdido, jugando a ser un dirigente gremial combativo hay distancia, una larga distancia.
Ayer en un congreso de productores agropecuarios, Galli se dedicó a insultar al presidente de la República calificándolo como torpe y corrupto pero, no contento con eso, involucró en sus insultos y en sus acusaciones de corrupción a un país que nada tiene que ver en su pelea personal con Mario Abdo.
«Un gobernante que no puede ver, o no quiere ver como me dijo mi compañero Víctor Cristaldo, parece que los cheques tapan los ojos y otros tapan la boca, porque no encontramos otra explicación», afirmó el presidente de la ARP dejando entrever que las relaciones diplomáticas de nuestro país con la República de China Taiwán están basadas en la corrupción de un gobierno.
Mi abuelo, que era un hombre parco, pero sabio, siempre decía que «El ladrón juzga según su condición», y me pregunto ¿Será que Pedro Galli recibió cheques en su última reunión con Charles Tang?. Tang, es el autodenominado presidente de la supuesta Cámara de Comercio Paraguay – China, autor de promesas incumplidas en nuestro país (14 millones de vacunas por ejemplo) y deudor de alquileres denunciado en más de una ocasión.
Tal vez, solo tal vez, sea tiempo que los miembros de la Asociación Rural del Paraguay revean quien los representa y habla en su nombre.