Según afirman algunos informes en China, citados por el Daily Mail, el jefe del régimen chino, de 68 años, tendría un aneurisma y habría rechazado la cirugía cerebral para seguir un tratamiento de medicina tradicional.
Según detalla la agencia de noticias ANI, Xi habría sido trasladado a un hospital a finales del año pasado después de que los médicos detectaran un vaso sanguíneo abultado en su cerebro.
El aneurisma cerebral es una enfermedad que se produce cuando se forma una protuberancia en uno de los vasos sanguíneos del cerebro. Esta protuberancia en forma de globo aparece en el punto más débil del vaso sanguíneo del cerebro que, al expandirse, se rompe y sangra en el cerebro dando lugar a una hemorragia subaracnoidea y puede causar un accidente cerebrovascular hemorrágico (sangrado).
El problema que podría enfrenar Xi, de confirmarse los rumores, es que se produzca el sangrado. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EEUU, “alrededor del 25 por ciento de las personas cuyo aneurisma cerebral se ha roto no sobreviven a las primeras 24 horas; otro 25 por ciento muere por complicaciones en los 6 meses siguientes. Las personas que sufren una hemorragia subaracnoidea pueden sufrir daños neurológicos permanentes. Otras personas se recuperan con poca o ninguna discapacidad”, dice.