Chile define este domingo 14 de diciembre a su próximo presidente en un balotaje atravesado por una fuerte polarización política, pero también por una coincidencia central en la agenda de campaña: la inseguridad y la inmigración irregular.
El candidato conservador, José Antonio Kast, llega a la segunda vuelta como amplio favorito frente a la candidata oficialista Jeannette Jara, debilitada por el desgaste del gobierno saliente de Gabriel Boric.
Kast, favorito y con la derecha alineada
Kast, abogado de 59 años y líder del Partido Republicano, cerró su campaña en la ciudad de Temuco, en el sur del país, prometiendo recuperar el “orden y la seguridad” tras un escenario de “caos, desorden e inseguridad”, según definió.
“Vamos a generar orden, seguridad y confianza”, afirmó el candidato en un acto que reunió a unas 5.000 personas que corearon consignas a su favor y ondearon banderas chilenas. Protegido por un vidrio blindado, el presidenciable se mostró confiado de cara al balotaje y aseguró que en marzo habrá un “shock de esperanza” con el inicio de un eventual gobierno suyo.
Jara refuerza el discurso de «mano dura»
Del otro lado, Jeannette Jara, abogada y administradora pública de 51 años, se vio obligada a reorientar su discurso y colocar la seguridad en el centro de su campaña, por encima de su agenda histórica de derechos sociales en función de su militancia en el Partido Comunista.
En su último acto masivo en Santiago, la exmiembro del gabinete de Boric prometió reforzar a la policía para combatir el crimen organizado, un fenómeno que muchos chilenos asocian a la inmigración irregular. “Todos en Chile merecen vivir tranquilos. En todos los barrios se requiere presencia policial y por eso la vamos a fortalecer”, afirmó.
A pesar de representar proyectos ideológicos opuestos, ambos candidatos coincidieron en un diagnóstico similar: la inseguridad y la migración son los problemas más urgentes para la sociedad chilena. La diferencia radica en las respuestas. Mientras Kast apuesta por una estrategia de mano dura y expulsiones masivas, Jara intenta combinar refuerzo policial con políticas sociales, en un contexto adverso para el oficialismo.
Con voto obligatorio y un Congreso fragmentado, el balotaje del domingo no solo definirá al próximo presidente del país trasandino, sino también su rumbo político en un escenario marcado por el miedo al delito, el endurecimiento del debate migratorio y la división en torno a la reforma constitucional.




