Chile vivirá este domingo una jornada decisiva: la primera vuelta de las elecciones generales de 2025, en la que millones de ciudadanos acudirán a las urnas para escoger al próximo presidente. El clima preelectoral se siente en todo el país, marcado por una fuerte polarización y por la posibilidad real de un giro profundo en la conducción del Estado.
En la cima de la disputa se encuentra Jeannette Jara, ministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric y figura central del Partido Comunista, quien aspira a convertirse en la primera presidente comunista de Chile. Jara deberá enfrentarse a dos contrincantes de derecha que llegan con fuerza a esta contienda: José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, y Johannes Kaiser, fundador en 2024 del Partido Nacional Libertario.
Según los sondeos, Kast se posiciona como el principal rival de Jara, siguiéndola muy de cerca en intención de voto. Aunque los números varían según cada encuestadora, existe consenso en que la candidata oficialista difícilmente logrará un triunfo en primera vuelta. En este escenario, Kast aparece como el nombre con mayores chances de disputar un balotaje contra Jara, en una segunda vuelta que podría ser intensa y decisiva para el rumbo político del país.
Jara representa la continuidad del gobierno de Boric, un mandato acusado por amplios sectores —incluso dentro de su propia base electoral— de no haber logrado controlar la creciente inseguridad. Por su parte, tanto Kast como Kaiser proponen un volantazo en la administración estatal, cada uno desde su propia visión de derecha: Kast desde un conservadurismo firme, y Kaiser desde un libertarismo combativo.
En el caso de Johannes Kaiser, su figura ha tomado relevancia como referente del pensamiento liberal más duro en Chile. Antiguo militante del Partido Republicano, rompió con Kast para fundar el Partido Nacional Libertario, desde donde ha desplegado una campaña marcada por discursos incendiarios contra la “izquierda woke”. Entre sus promesas más controvertidas está la de indultar a los militares presos por supuestos crímenes de lesa humanidad y a aquellos encarcelados por la represión durante el estallido social de 2019.
En un peldaño más abajo de la intención de voto aparece Evelyn Mattey, candidata de centroderecha y exponente del liberalismo tradicional. Mattey ha logrado atraer apoyos de sectores moderados, incluyendo antiguos integrantes de la Concertación Plural, que gobernó Chile durante años y que hoy busca reposicionarse ante el nuevo escenario político.
Con un panorama tan fragmentado e ideológicamente cargado, Chile llega a las urnas con la sensación de estar ante un punto de inflexión histórico. Lo que ocurra mañana marcará el rumbo del país para la próxima década.




