En una conversación exclusiva con InformatePy, el exministro de Industria y Comercio y actual embajador de Paraguay en Estados Unidos, Gustavo Leite, se pronunció sobre la polémica generada en torno a la creación del Instituto Paraguayo de la Carne (IPC), proyecto que busca centralizar y financiar de manera obligatoria la promoción del sector cárnico.
“Creo que cualquier iniciativa que tenga que ver con la promoción de cualquier producto tiene que ser voluntaria, no puede ser confiscatoria. Esa fue siempre mi posición cuando era ministro”, aseguró Leite. El diplomático enfatizó que existe “una intención de un grupo de ganaderos de forzar por ley la confiscación de dinero de ganaderos de exportación y de frigoríficos”, algo que, en su opinión, “no es el camino para Paraguay”.
Leite destacó que la promoción debe ser impulsada de manera voluntaria por los propios actores del sector: “El camino para hacer promociones es que el propio frigorífico hace sus promociones, así como la fábrica de Coca-Cola hace promociones de Coca-Cola. No veo que se les saque plata a las embotelladoras para hacer propaganda de lo buena que son las gaseosas”.
El embajador también se refirió a otras propuestas que buscan “transparentar los precios y los márgenes”, advirtiendo que medidas de este tipo podrían “fundir cualquier tipo de industria, cualquier tipo de sistema económico”. Según Leite, “no existe eso en la visión del libre mercado que nosotros tenemos. El mercado regula todo”.
Finalmente, Leite puso en evidencia un aspecto crítico de la polémica: la relación entre ganaderos y frigoríficos. “Hay mucha queja por parte de muchos ganaderos de que los frigoríficos se quedan con la parte del león. Pero si los frigoríficos están ganando tanto dinero y hay 13 millones de cabezas de ganado, ¿por qué los ganaderos que están descontentos con los precios que les pagan no hacen su propio frigorífico y le enseñan al resto cómo funciona una cadena eficiente?”, cuestionó.
Con estas declaraciones, Leite reafirma su posición en favor de un modelo de promoción voluntaria y advierte sobre los riesgos de una intervención obligatoria en un sector que ya está comenzando a posicionarse de manera competitiva en los mercados internacionales.