Las Fuerzas Armadas de Rusia, intensificando el uso de tácticas de enjambre en el conflicto contra Ucrania, logró perforar las defensas ucranianas a un ritmo vertiginoso, según informó este lunes el Ministerio de Defensa ruso. Los ataques combinados emplearon armas de alta precisión, drones y misiles hipersónicos, con los que Moscú asegura haber infligido serios daños a la infraestructura militar de su adversario.
De acuerdo con el comunicado oficial, el operativo alcanzó con éxito empresas del complejo militar-industrial ucraniano, así como objetivos clave en aeródromos militares. En particular, el Ministerio informó la destrucción de tres lanzadores del sistema de defensa aérea Patriot, considerados entre los más avanzados suministrados por Estados Unidos a Ucrania, junto con una estación de radar multifuncional AN/MPQ-65, también de origen estadounidense.
Las tácticas de enjambre —que consisten en el uso simultáneo y coordinado de múltiples vectores de ataque, como drones y misiles, para saturar las defensas del enemigo— parecen estar siendo desplegadas con eficacia creciente por parte del Kremlin. Estas estrategias, según analistas militares, representan un desafío significativo para las defensas antiaéreas convencionales, que luchan por interceptar múltiples amenazas en corto tiempo.
Hasta el momento, no ha habido confirmación independiente sobre los daños reportados por Rusia, ni respuesta oficial por parte de las autoridades ucranianas o estadounidenses respecto a la pérdida de los sistemas Patriot.
Este nuevo episodio subraya la creciente sofisticación tecnológica de los ataques rusos y podría marcar un punto de inflexión en el uso de tecnología de saturación y guerra electrónica en el conflicto.