Por Gerardo Blanco Alvarenga
Se le atribuye al gran poeta y escritor francés Víctor Hugo la celebre frase: Esto significa literalmente que por más poderosa que sea una idea o un proyecto consumado o haya llegado a su clímax (político, ideológico, religioso, etc.) indefectiblemente, tiende a desmoronarse y por ende a finalizar su periodo de esplendor. Ejemplos sobran en la historia; Los grandes imperios han colapsado (Roma, Egipto, el imperio británico, el imperio alemán etc.)
Quiero trazar este paralelismo histórico con lo que esta sucediendo en la hermana republica argentina con la condena a la ex presidenta Cristina Fernández De Kirchner, ya que la corte suprema de justicia del país austral ha sentenciado a la susodicha a 6 años de prisión e inhabilitación para cargos electorales. Al margen que de momento goce de algunos ¨beneficios¨ relativos como la prisión domiciliaria y acapare los primeros planos de los medios masivos de comunicación (ya sea adrede o no).
Lo cierto y lo concreto es que ha sido una condena histórica y es el epitafio que marca el fin de su carrera política como una de las protagonistas mas relevantes de la escena política rioplatense (quiérase o no) de los últimos tiempos.
Independientemente, de la ideología que podamos profesar o la simpatía y/o rechazo que nos pueda generar no se puede negar que ha sido una figura de relieve que ha gobernado por mas de 20 años a ese gran nación del sur, construyendo un relato hegemónico con base en una supuesta ¨justicia social¨ utilizando el aparato estatal con fines propagandísticos; Adoctrinando en las universidades que al mismo tiempo formo parte de su principal brazo político, infiltrándose en la educación para destruirla desde adentro.
Erosionando las instituciones para socavar con el tejido moral de la sociedad subvirtiendo y alterando los valores tradicionales como el mérito, el respeto hacia la propiedad privada y la cultura del esfuerzo individual. Todo esto para remplazarlo por un estado omnipresente instalando el relato oficial ¨setentista¨ que apela a una versión revisionista falaz de la historia.
Cristina busca renacer como mito, pero solo queda parodia
Quizás juega a ser víctima para tratar de renacer políticamente. Ese papel que siempre interpreto con maestría y que, gracias a la muerte de su marido en 2010 alcanzo su cenit y fue reelecta en 2011 con el 54 % de los votos.
¨No se le gana a una viuda¨: exclamo Duran Barba aquella vez y tuvo razón. Pero los sistemáticos casos de corrupción en los que se ha envuelto han debilitado notablemente a su gobierno. Cristina no concibe el poder como un acto bulímico. Todo lo que traga no lo devuelve. Porque lo que busca es un utópico clamor popular que, al verla enjaulada, reaccione y se ponga a jugar con fuego. Así ella renace en la jaula gris como el ave fénix. Un ave de rapiña que emerge de las cenizas que ella misma forjo, para ir por mas cenizas.
Con estos elementos el kirchnerismo ha construido un imperio hegemónico- ideológico en la argentina valiéndose del garantismo judicial zaffaronista y la complicidad a ultranza de los serviles medios masivos de comunicación que respondían a su línea politico-programatica. Despilfarrando los recursos estatales comprando voluntades y/o adhesiones a su causa.
A estas alturas el futuro político del peronismo es incierto y tiene mas dudas que certezas. Atraviesa una encrucijada histórica ya que los resultados del oficialismo mileista le son adversos para sus pretensiones futuras de erigirse como el líder de la oposición al proyecto libertario. Con una interna feroz que se cierne en sus filas donde figuras de la talla de Sergio Massa (que busca recuperar un nuevo protagonismo) y otros de menor cuantía como Máximo Kirchner (el hijo de cristina) sin olvidar a Axel Kiccilof (Actual gobernador de la provincia de Buenos Aires) que busca posicionarse como una alternativa y una nueva versión del peronismo no Kirchnerista.
Sin Dudas el kirchnerismo desaparecerá del espectro, pero, no así el peronismo que buscara reconfigurarse y transformar su imagen tras la derrota electoral sufrida hace 2 años. ¿volverá a enarbolar las mismas banderas del igualitarismo, justicia social, redistribucionismo etc.? No lo sabremos, al menos en un corto plazo. pero, si, afrontara su destino sin el liderazgo de CFK quien se encamina a su ocaso político de la manera mas oprobiosa posible.
Mientras los logros de la administración libertaria sean exitosos y sean sostenibles en el tiempo. El peronismo: ese partido histórico, hegemónico y popular que supo gobernar los destinos políticos de la nación de Alberdi. Deberá cuestionarse sus postulados y reformular su línea de acción histórica. ¡¡ Quien sabe¡¡ hasta podríamos fantasear con un cambio de paradigma en su estructura apostando al libre mercado, abogando por las libertades individuales y proclamando en favor del capitalismo.