Las redes sociales son un arma de doble filo, sobre todo en manos de personas impulsivas y, a veces, irresponsables. El caso del diputado Hugo Ramírez es un claro ejemplo de esto.
Muchas veces hemos pensado que las propuestas que lanzaba en redes sociales era coherentes y que con una «pulida» podrían haberse convertido en buenos proyecto de ley pero, en la última semana ha vuelto a la andadas con los impulsos.
Viene proponiendo que ha aquellos que incumplen las medidas «sanitarias» impuestas por el gobierno se les quite el «beneficio» del suministro eléctrico, casi como si se tratara de una gracia que nos brinda la política; sin detenerse a pensar un minuto que las cosas no siempre son como el las escucha en su mente. El servicio que brinda la ANDE es un servicio público y, como tal, busca asegurar el abastecimiento a la población de ciertos productos considerados esenciales.
Luego, con el descubrimiento de una fiesta clandestina con más de cien participantes, el diputado Ramírez, en un impulso propio de un congresista cubano, dobló la apuesta y pidió que no solo se les quite el servicio de la ANDE, sino que se haga una lista de los participantes y se les niegue la preferencia en el acceso a la salud pública, obviando todo criterio médico que se pudiera llegar a emplear; en pocas palabras, estaría pidiendo que sufran por no acatar lo que dice el estado.
Responda diputado: ¿Esos «negacionistas» como usted los llama, no pagan el acceso a la salud pública cuando comprar un litro de leche? Si la respuesta es si, deje de proponer sandeces, deje de pensarse como dueño de los hospitales y piense en ideas reales para solucionar problemas reales, usted también es responsable de la decadencia del sistema de salud.