La Embajada de la República Popular China en México intenta, una vez más, coartar el derecho a la libertad que tienen los mexicanos de apreciar una presentación cultural como lo es el espectáculo internacional presentado por Shen Yun Performing Arts, una compañía de artes escénicas con sede en Nueva York, que revive 5000 años de cultura tradicional china.
El 15 de marzo de este año, la embajada china publicó un comunicado atacando a Shen Yun y a Falun Gong, una disciplina espiritual que es prohibida y perseguida en China, el cual fue replicado en varios medios de comunicación de México.
La presidenta de la Asociación de Falun Dafa en México, también promotora del espectáculo, la Sra. Rosaura Pliego, está denunciando este 2024 una nueva campaña de difamación en contra de la compañía artística.
“Desde hace unos tres años han empezado a difundir calumnias, mentiras y difamaciones a través de comunicados en redes sociales y de publicaciones en medios nacionales, lo cual es una pena, ya que son medios de comunicación que han apoyado en la difusión de Shen Yun con entrevistas en años pasados”, contó la Sra. Pliego.
En su campaña, la embajada del Partido Comunista Chino ha utilizado una variedad de tácticas para obstruir las presentaciones de Shen Yun en México, entre ellas, perseguir a los familiares de los artistas en China, difamar al espectáculo, y enviar cartas a funcionarios y teatros presionándolos para cancelar los shows, como ocurrió en 2022.
“El PCCh no quiere que la gente conozca a Shen Yun porque [su] doctrina marxista es atea, por tanto quieren impedir que la gente se conecte con su parte divina. Al mismo tiempo, teme que la gente en el mundo libre se entere de la terrible represión que vive el pueblo chino por defender sus creencias”, reflexionó la Sra. Pliego sobre la persecución a Falun Gong.
Falun Gong, o Falun Dafa, es una práctica espiritual que se originó en China, compuesta por ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. Falun Dafa fue inmensamente popular en ese momento, hasta que el régimen chino percibió su popularidad como una amenaza a su poder, por lo que inició una campaña para erradicar sistemáticamente sus creencias al lanzar una persecución radical contra los practicantes de Falun Dafa.
Millones de practicantes han sido perseguidos por el régimen en instalaciones donde son sometidos a trabajo esclavo, tortura, adoctrinamiento y sustracción forzada de órganos.