El papa Francisco decidió desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, abiertamente crítico con su gestión, y retirarle su salario.
Burke forma parte de un grupo de conservadores estadounidenses que desde hace tiempo se oponen a los planes del Papa de reformar la Iglesia católica.
Una fuente del Vaticano indicó a la BBC que el papa Francisco aún no ha hecho efectivo el desalojo del eclesiástico de 75 años.
«Por lo general, los cardenales retirados continúan residiendo en Roma después de dejar sus cargos, y a menudo permanecen activos en las liturgias papales y deberes ceremoniales», explicó Christopher White, un observador del Vaticano que escribe para el National Catholic Reporter.
Unos meses antes, el papa comunicó a los miembros de la orden religiosa jesuita en Portugal que existía «una actitud muy fuerte, organizada y reaccionaria” en la Iglesia estadounidense, a la que calificó de «atrasada», según The Guardian.
Michael Matt, columnista del periódico católico conservador The Remnant, escribió que la reciente acción contra el cardenal Burke muestra que Francisco está «cancelando a prelados fieles que ofrecen cobertura jerárquica a los de línea dura pro-vida, pro-familia, pro-tradición».
Acusó al pontífice de someter a sus críticos a un «aislamiento forzado».
Quién es el cardenal Burke
Raymond Leo Burke es riguroso seguidor de las directrices del catolicismo, Burke llegó a decirle al exsecretario de Estado de EE.UU., John Kerry, cuando era candidato presidencial que no podía recibir la comunión porque previamente había expresado su apoyo al aborto.
Con información de BBC