A tan solo un mes de asumir como la primera mujer en encabezar el gobierno japonés, la primera ministra Sanae Takaichi ya enfrenta un escenario de alta tensión geopolítica: amenazas, presiones y represalias económicas provenientes de Beijing. Sin embargo, lejos de erosionar su imagen, este choque frontal con China ha tenido un efecto inesperado: Takaichi ha duplicado los índices de popularidad que tenía su antecesor al dejar el cargo.
El conflicto se desató tras una intervención de Takaichi en el Parlamento nipón. Consultada sobre si Japón intervendría militarmente en caso de que China impusiera un bloqueo a Taiwán, la mandataria respondió con un claro sí. La afirmación generó una reacción inmediata y fulminante desde Beijing, donde el régimen lanzó una campaña de presión diplomática, económica y propagandística contra Tokio.
Según detalla el Wall Street Journal, China activó una serie de represalias: críticas abiertas en Naciones Unidas, suspensión de rutas aéreas turísticas hacia Japón y advertencias sobre la posible imposición de restricciones a productos del mar japoneses. Una estrategia que buscaba enviar un mensaje de fuerza, pero que terminó reforzando la percepción de firmeza y liderazgo de Takaichi dentro de su país.
Lejos de intimidarse, la sociedad japonesa parece respaldar la postura de la primera ministra. Voces recogidas por el propio Journal entre residentes de Tokio sostienen que la alianza estratégica con Estados Unidos otorga a Japón un respaldo suficiente para afrontar las presiones chinas sin retroceder en cuestiones de seguridad regional.
Washington, por su parte, no tardó en manifestar su apoyo político. El embajador estadounidense en Japón declaró públicamente que la administración respalda a Takaichi y su enfoque frente a la creciente agresividad de Beijing.
En solo cuatro semanas de gobierno, Sanae Takaichi ya se ha convertido en una figura clave en el equilibrio estratégico del Indo-Pacífico. Y mientras China intensifica su presión, su liderazgo —lejos de quebrarse— parece consolidarse con más fuerza.




