El Consejo de Asuntos Continentales (MAC, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Taiwán advirtió que la experiencia de Hong Kong demuestra que la fórmula propuesta por Beijing —“un país, dos sistemas”— implica en la práctica una pérdida de autonomía y la imposición del dominio del Partido Comunista Chino (PCCh).
En un comunicado difundido esta semana, el organismo sostuvo que la idea de “unificación” carece de atractivo para la población taiwanesa, que históricamente ha defendido un modelo de vida basado en la libertad, la democracia y el Estado de derecho.
“El verdadero problema entre ambos lados del estrecho radica en la diferencia de sistemas”, expresó el MAC, señalando que “democracia y autoritarismo son incompatibles”. En ese sentido, el consejo subrayó que la propuesta de Beijing no ofrece garantías reales de preservar las libertades políticas, los derechos civiles ni la autonomía institucional que distinguen al sistema taiwanés.
El comunicado añade que “el caso de Hong Kong demostró que ‘un país, dos sistemas’ termina siendo dominio autoritario del PCCh. Por eso, el supuesto ‘futuro próspero tras la unificación’ no resulta atractivo para la población taiwanesa”.
Las declaraciones del MAC reflejan la creciente tensión política entre Taipéi y Beijing, en un contexto en que el Gobierno chino insiste en considerar a Taiwán como parte de su territorio y mantiene su objetivo de “reunificación” como prioridad estratégica.
Taiwán, por su parte, reafirma su compromiso con la soberanía, la democracia y la autodeterminación de su pueblo, rechazando toda forma de presión o condicionamiento político por parte del régimen de Xi Jinping.




