El programa “Salvando Vidas” sigue dejando una profunda huella en las comunidades educativas del Paraguay, con jornadas que combinan reflexión, valores y prevención en un ambiente de cercanía y esperanza.
En la Escuela Carlos A. López de Areguá, los alumnos del tercer ciclo vivieron una experiencia cargada de emoción, donde cada palabra y abrazo se convirtieron en símbolo de acompañamiento y fortaleza. “Un abrazo puede detener el ruido del mundo por un instante. Puede sanar, animar y recordarnos que siempre hay alguien que se importa”, expresaron los organizadores durante la jornada.
El impacto del programa también se sintió en el departamento de Misiones, donde ayer se llevó a cabo una jornada de gran convocatoria en la ciudad de San Ignacio. Estudiantes de distintos colegios participaron activamente en ambos turnos, en una actividad que combinó dinámicas participativas, espacios de diálogo y momentos de introspección.
Estas acciones se desarrollaron con el apoyo de la Cooperativa COOPASI y la Confederación de Cooperativas del Paraguay (CONCOPAR), instituciones comprometidas con la promoción de valores y la prevención integral en el ámbito educativo.
Además, este martes el programa llegó al Centro Agroecológico San Isidro Labrador de San Ignacio, donde se compartió una nueva jornada de aprendizaje y reflexión junto a los jóvenes, reafirmando el compromiso de construir una generación que elige cuidar la vida.
“Seguimos sembrando esperanza y fortaleciendo la conciencia sobre la importancia de cuidar de uno mismo y de los demás”, destacaron los coordinadores del programa, que continúa extendiendo su labor a más comunidades del país.
Con cada encuentro, “Salvando Vidas” renueva su mensaje de solidaridad, empatía y compromiso social, consolidándose como una de las iniciativas más significativas en la formación de valores y prevención entre los jóvenes paraguayos.