El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, volvió a advertir sobre lo que denomina el “Plan Soros”, un proyecto que, según afirma, busca transformar Europa a través de la inmigración masiva y el accionar de organizaciones ligadas al magnate financiero George Soros. En una intervención pública, el mandatario recordó que en septiembre de 2015, Soros publicó un documento en inglés en el que delineaba una estrategia para forzar a la Unión Europea (UE) a aceptar de manera regular grandes contingentes de solicitantes de asilo.
Orbán citó varios pasajes de aquel texto: en primer lugar, Soros proponía que la UE debía acoger al menos un millón de refugiados cada año. En segundo lugar, planteaba la creación de mecanismos de financiación a largo plazo, con fondos europeos, para cubrir tanto la crisis migratoria como las necesidades sociales de los recién llegados. Finalmente, el plan incluía la habilitación de “rutas seguras” para trasladar inmigrantes desde Grecia e Italia hacia distintos países, entre ellos Hungría y también Ucrania.
El primer ministro sostuvo que no se trata de hechos aislados, sino de un programa diseñado, publicado y reconocido, que a su juicio constituye una amenaza directa para la soberanía de los Estados miembros. “Estamos librando una guerra organizada contra el imperio de George Soros”, denunció, acusando a las ONG financiadas por el multimillonario de impulsar actividades contrarias a la legislación húngara y de socavar la estabilidad nacional.
Orbán afirmó además que el verdadero objetivo de este entramado sería remodelar Europa debilitando a los gobiernos nacionales y desplazando a líderes políticos conservadores y cristianos. Según su visión, el plan apunta a reemplazar a los votantes tradicionales por una base social favorable a proyectos federalistas y contrarios a las raíces culturales del continente.
El líder húngaro concluyó que el debate migratorio es solo la superficie de un desafío mayor: la capacidad de las élites comunitarias para manipular instituciones clave de la Unión Europea bajo la influencia de Soros, lo que, a su entender, constituye un reto existencial para las naciones soberanas de Europa Central.