El gobierno de Vladimir Putin advirtió este martes que se reserva el “legítimo derecho” de desplegar misiles terrestres nucleares de corto y mediano alcance, en caso de considerarlo necesario, elevando así el tono contra Washington y Bruselas en el marco de la creciente tensión por las sanciones impuestas por Donald Trump y la presencia de submarinos estadounidenses en aguas cercanas a territorio ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que Rusia ya no se siente obligada a cumplir la moratoria de 2019 que limitaba el despliegue de este tipo de armamento, y que esta decisión responde directamente a lo que calificó como “acciones desestabilizadoras” de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
“Rusia levantará la moratoria en represalia”, sentenció Peskov, advirtiendo que la medida sería aplicada como respuesta a la escalada militar occidental y a las maniobras que, según Moscú, amenazan su seguridad estratégica.
El anuncio llega pocos días después de que dos submarinos estadounidenses se posicionaran en zonas marítimas cercanas a Rusia, un movimiento interpretado por el Kremlin como una provocación directa, en un contexto donde las sanciones económicas y la rivalidad militar vuelven a tensar al máximo las relaciones entre Moscú y Occidente.