Por Walter Paredes
El excelentísimo presidente de la República Dr. Eligio Ayala [1924-1928] (con orgullo, sobrino nieto suyo) vaticinó que la diplomacia no solucionaría de manera absoluta el conflicto de límites con Bolivia, su capacidad visionaria, permitió a la Nación, organizarse y prepararse para la contienda bélica. El trabajo diplomático agotó todas las instancias, supo contener la ambición boliviana y prolongar el grito de guerra hasta conocer de una mejor estructuración en el seno militar.
El asesinato del Tte 1° Rojas Silva a manos de Froilan Tejerina, la genialidad para llamar a la movilización y vengar el cobarde crimen; por parte de Emiliano R. Fernandez, la sublevación de la juventud paraguaya contra el gobierno de Guggiari ante el asedio boliviano, las escaramuzas en los fortines Carlos A. López, Toledo, Corrales y Boquerón; abrieron camino al infierno, desatado aquel 9 de septiembre de 1932.
La magnificencia en su accionar en el teatro de operaciones, del comandante Jose Félix Estigarribia ante el poco entendimiento y conocimiento del general Hans Kundt para con el terreno chaqueño y sus fuerzas combativas, resultaron el punto neurálgico de la victoria nacional.
La tactica defensiva tanto como las ofensivas culminadas en tremendas victorias, golpearon el ego boliviano, que conllevó a la imperiosa necesidad de culminar con la guerra, sumándose que el nuevo objetivo paraguayo eran las instalaciones petrolíferas.
El cese de hostilidades tuvo fecha el 12 de junio de 1935 con la firma del Protocolo de Paz, 48 hs después acabó definitivamente el fuego en todo el frente.
La perfecta complementación entre el responsable máximo militar, el comandante Estigarribia y el presidente Eusebio Ayala en el area política y económica, permitió una conducción unificada, más el enorme sacrificio del pueblo paraguayo que supo comprender y sobrellevar la causa en una sola dirección: el defender nuestro territorio, denotan el compromiso en todas las aristas existentes dentro de la República
Sólo resta decir GRACIAS por la entereza, Gracias por la entrega, Gracias por el legado.
El rugir del León Guaraní se hizo eco en toda América por ello, GRACIAS.