Por Blas Cristaldo, presidente de Prodinamis
Hoy leo en un periódico nacional, que en nuestro Congreso está avanzando un proyecto de «Protección y bienestar animal». El tal proyecto ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados. No he leído el documento, pero las declaraciones de nuestros representantes acerca de su contenido son suficientes para llamar la atención.
Como elemento innovador y progresista se «reconoce a los animales como seres sintientes» ya que anteriormente «se los trataba como cosas» (supongo en la Ley de bienestar animal ya vigente), y con esta definición «de seres sintientes, se hace énfasis para protegerlos del dolor, de sufrimiento y de malestar significativos», «explicó» un Senador de la Nación. Antes de seguir, ya tenemos una Dirección General de Bienestar Animal, que nos cuesta a los paraguayos más de un millón de dólares al año y que de avanzar esta ley y ser promulgada, de seguro requerirá que la susodicha Dirección se convierta en Ministerio.
¿Qué es esto de «seres sintientes»?. Es lo que se denomina un «ariete cultural»; frases que suenan lindo para introducir terminologías ideológicas de alcances insospechados. Así se avanza y dentro de cinco años o menos, tendremos grupos de alucinados invadiendo granjas avícolas para «liberar» a las gallinas que son «violadas» por los gallos, representantes de las «relaciones de denominación heteropatriarcales que nuestra sociedad refleja en el mundo animal».
¡Un mínimo de cordura y sensatez señores representantes!