El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, volvió a cargar duramente contra sectores de izquierda y organizaciones no gubernamentales que, según denunció, manipulan a personas humildes con fines netamente políticos. La polémica se desató tras una protesta nocturna frente a una residencia privada, sin vinculación directa con el caso que motivó la manifestación.
Bukele aseguró que la protesta fue orquestada por ONG “globalistas” y medios de comunicación que, en su opinión, actúan de manera coordinada para socavar la legitimidad del gobierno salvadoreño. “Ayer fuimos testigos de cómo personas humildes fueron manipuladas (…) cuyo único objetivo real es atacar al gobierno”, sentenció el mandatario.
El conflicto gira en torno a un caso judicial que se remonta a 1998, con sentencia firme desde el año 2008. El presidente explicó que, incluso cuando el acreedor —presuntamente vinculado al partido ARENA— fue acusado de estafa por la Fiscalía, volvió a ganar en todas las instancias judiciales. “Intentó ayudar a la comunidad, y aun así fue acusado. Pero la justicia le dio la razón una y otra vez”, destacó.
Frente a esta situación, Bukele lamentó que las protestas hayan sido dirigidas a una vivienda privada sin relación con el juicio. “No solo fueron manipulados. Fueron llevados de noche a protestar ante una residencia sin conexión alguna con el caso”, denunció.
A pesar de la tensión, el mandatario se mostró dispuesto a encontrar una solución para las 300 familias afectadas, pero dejó en claro que no permitirá que los salvadoreños que cumplen con sus obligaciones financien, con sus impuestos, lo que consideró como un acto de presión política disfrazado de reclamo social. “Sería injusto que quienes pagan alquiler o sus cuotas tengan que financiar con sus impuestos a quienes simplemente hacen más ruido”, sostuvo.
En ese marco, Bukele anunció una medida contundente: el envío a la Asamblea Legislativa del proyecto de Ley de Agentes Extranjeros, que impondrá un impuesto del 30% sobre todas las donaciones recibidas por ONG extranjeras. “Con esos fondos se pagará la deuda de la cooperativa. Así todos ganan”, explicó.
Según el presidente, esta ley permitiría saldar las deudas, garantizar las viviendas y, al mismo tiempo, “obligar a las ONG a cumplir, por fin, su supuesto propósito de ayudar al pueblo”.