El presidente de Rusia se reunió este viernes (11/04/25) en San Petersburgo con el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, para conversar sobre un alto al fuego en Ucrania y sobre los territorios que Moscú cree que ha ganado legítimamente en batalla.
El presidente Vladimir Putin le dio una cálida bienvenida con un apretón de manos, quizá porque considera que el gobierno de Trump lo respeta por estar predispuesto a negociar territorios en Ucrania y porque Rusia está exenta de los aranceles globales, a diferencia de su aliada China.
En esta reunión particular, Putin «deben moverse» para resolver el conflicto con Ucrania más allá de la frágil tregua de 30 días sobre infraestructuras eléctricas, la que Kiev dice que no ha cumplido.
“Rusia tiene que apresurarse”, reclamó este viernes el presidente estadounidense Donald Trump en su plataforma Truth Social, donde lamentó que “demasiada gente está muriendo, miles a la semana, en una guerra terrible y sin sentido” en Ucrania.
Propuesta de tregua: incluye los requisitos de Putin
El pasado 18 de marzo, Trump habló por teléfono con Putin sobre «territorios y centrales eléctricas», es decir, sobre aquellos territorios que Rusia le ha ganado a Ucrania en batalla.
Moscú ha presionado a Washington para que en la propuesta de tregua se le garantice no perder los territorios en Ucrania que, según ellos, han ganado legítimamente en batalla.
Aquel fin de semana en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, el presidente y su séquito de funcionarios debatieron sobre un plan de paz que incluyera los requisitos rusos, pero sin dejar a Ucrania en la bancarrota ante la presión de la OTAN sobre Washington.
Trump prestó atención a las recomendaciones de Steve Witkoff, el enviado especial a Medio Oriente, que conversó ej jueves pasado con el propio Putin, quien le planteó las condiciones de Rusia para sellar una tregua de 30 días con Ucrania.
También habló con su mano derecha en la Casa Blanca, el secretario de Estado Marco Rubio, a quien envió hace una semana a Yeddah para negociar con una delegación ucraniana. Asimismo, Trump tomó en cuenta los consejos de Mike Waltz, el consejero de Seguridad Nacional de EE. UU, que estuvo junto a Rubio en la cumbre en Yeddah.
Tras escuchar a todas las partes del conflicto entre los dos pueblos eslavos, Trump logró concluir ese fin de semana la primera hoja de ruta para la tregua de 30 días entre Moscú y Kiev, en la que se habría incluido los requisitos de Rusia.
Entre las exigencias de Rusia para firmar un alto al fuego con Ucrania:
- Ucrania no puede ser miembro de la OTAN ni la UE.
- Los miembros de la OTAN no pueden desplegar tropas en Ucrania, ni siquiera bajo el pretexto de fuerzas de paz como proponen Reino Unido y Francia.
- Si hay tregua, Estados Unidos y la OTAN deben suspender el envío de armas a Ucrania y la cooperación de Inteligencia (EE.UU. lo reanudó pasado 12 de marzo tras la cumbre en Arabia Saudita)
- Ucrania debe retirarse Kurst, jurisdicción rusa que Kiev invadió en agosto de 2024.
- Ucrania debe ceder a Rusia los territorios que han ganado «legítimamente» en batalla o a través de -cuestionados- plebiscitos. (Crimea: Donetsk y Lugansk, en el este, y Zaporizhia y Jersón en el sur)
- Se debe establecer un dispositivo para monitorear la zona de frontera entre ambos países, que establezca las responsabilidades en caso de violación de la tregua.
- Debe configurarse un dispositivo para el intercambio de prisioneros militares y civiles, sobre todo niños y mujeres, entre Rusia y Ucrania.
Trump y Rusia: intereses sobre Ucrania y el Ártico
El enviado de Trump, Steve Witkoff, ha sido una figura crucial en el acercamiento de la Casa Blanca y Moscú, en medio de rumores de que están negociando posibles inversiones conjuntas en la zona del Ártico en la que Rusia tiene influencia y en la que Trump tiene los ojos puestos.
Hace poco, el gobierno de Vladimir Putin le recordó a Donald Trump «los intereses de Rusia sobre el Ártico» tras que el presidente estadounidense pusiera sobre la mesa su intención de ampliar su influencia sobre tal zona.
El mandatario electo dijo en enero que planeaba adquirir la isla de Groenlandia, así como Canadá, que sería el “estado 51″, y que evaluaba apropiarse del Canal de Panamá, todo ello través de la fuerza militar o con medidas económicas contra quienes le pongan palos en la rueda.
Pero la Casa Blanca de Trump no sólo tiene intereses sobre el Ártico, sino que también, como Rusia, tiene en la mira a las tierras raras y los minerales de Ucrania, que está dispuesta entregar su soberanía para ganarle la guerra al Kremlin.
En ese sentido, Ucrania sigue avanzando en el acuerdo de minerales con EE.UU, el cual podría comprometer su soberanía, y Bloomberg lo compara a una «explotación colonial».
La administración de Donald Trump «aprovecha el momento de mayor dependencia de Kiev para imponer un contrato de extracción de recursos», señala el periodista Marc Champion de la agencia de noticias Bloomberg.
Definitivamente, el interés de Washigton sobre los minerales ucranianos se centra en uno de los más valiosos, el litio, que se usa para las baterías eléctricas y para el sector electrónico, y que se encuentra en una zona a 10 km de la línea de combate, en la localidad de Shevchenko.
En cuanto a las tierras raras que pronto tomará poder Washington, son altamente preciadas porque se emplean en metalurgia, para aumentar la dureza de aleaciones (cerio), para fabricar los cristales empleados en láseres de estado sólido (holmio) o como catalizadores y aditivos en otros procesos industriales.
«Le dije [a Ucrania] que quiero el equivalente a unos US$500.000 millones en tierras raras, y básicamente han accedido a hacerlo» (TRUMP)
Según Champion, el proyecto del documento fue revisado recientemente y adoptó «una forma digna de la explotación del Congo por Bélgica en el siglo XIX, al tiempo que no ofrece a Ucrania ninguna garantía de seguridad». «El efecto neto del acuerdo sería excluir a Europa del futuro económico de Ucrania», añadió.
Se estima que alrededor del 5% de las «materias primas esenciales» del mundo se encuentran en Ucrania, según la BBC, incluidas:
- 19 millones de toneladas de reservas probadas de grafito, que se utiliza para fabricar baterías para vehículos eléctricos.
- Un tercio de todos los yacimientos europeos de litio, componente clave de las baterías actuales.
- Antes de que comenzara la invasión rusa a gran escala hace tres años, Ucrania también representaba el 7% de la producción mundial de titanio, utilizado para todo tipo de construcciones, desde aviones hasta centrales eléctricas.
- El territorio ucraniano también contiene importantes depósitos de metales de tierras raras: un grupo de 17 elementos que se utilizan para producir armas, turbinas eólicas, componentes electrónicos y otros productos vitales en el mundo moderno.
El reciente acuerdo entre la Casa Blanca y Kiev sobre la explotación de minerales ucranianos y las tierras raras, marcharía viento en popa. En febrero pasado, Estados Unidos y Ucrania alcanzaron la primera firma del acuerdo sobre la cesión de recursos minerales a Washington.
«Hemos podido llegar a un acuerdo en el que recuperaremos nuestro dinero y obtendremos mucho dinero en el futuro», afirmó Trump en aquel entonces, en referencia a que le retribuirán lo que han gastado en la guerra.
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