Un estudio reciente de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign muestra que un grupo de bacterias editadas genéticamente pueden suministrar al suelo el equivalente a casi 16 kilos de nitrógeno proveniente del aire durante el crecimiento temprano del maíz, lo que puede reducir la dependencia del cultivo de fertilizantes nitrogenados. Se trata de un mecanismo por el cual suministran a las semillas un inóculo microbiano.
sacchari editadas), que incluyen una o dos especies de bacterias del suelo, respectivamente, que pueden convertir el nitrógeno atmosférico en formas disponibles para las plantas. Las versiones editadas genéticamente de las bacterias estimulan la actividad de un gen clave involucrado en la fijación de nitrógeno, haciendo que una mayor cantidad de este se encuentre disponible para las plantas. Cuando se aplican en el momento de la plantación, las bacterias colonizan las raíces de las plantas, entregando el nutriente donde más se necesita.
Los investigadores aplicaron los productos en la siembra durante tres épocas de siembra, utilizando prácticas agronómicas estándar para el maíz, incluyendo fertilizante de nitrógeno a 0 kg/hectárea; 45 kg/hectárea; 89 kg/hectárea; 134 kg/hectárea y 225 kg/hectárea. Luego midieron el nitrógeno en los tejidos de las plantas en la etapa V8 (ocho hojas completamente cubiertas) y en R1 (emergencia de los pelos), así como el rendimiento de grano al final de cada época. La dilución del nitrógeno isotópico estable de la planta y el suelo mostró que la absorción adicional de nitrógeno en las parcelas inoculadas provenía de la atmósfera, complementando el suministro de suelo y fertilizante.
El análisis mostró que, en todas las tasas de fertilizante de nitrógeno, el inoculante aumentó el crecimiento vegetativo del maíz, la acumulación de nitrógeno, el número de granos y el rendimiento en 134 kg/hectárea. Con las tasas moderadas de nitrógeno, el rendimiento aumentó en 269 kg/hectárea, equivalente a 11 a 39 Kg/hectárea de nitrógeno en fertilizante sintético.
Afirman que el nitrógeno fijado biológicamente puede reemplazar potencialmente el equivalente hasta 44 kg/hectárea de fertilizante sintético nitrógeno, sin embargo, reconocieron que todavía no se puede hablar de reemplazar completamente a los fertilizantes sintéticos, sino ser un complemento para ayudar a mejorar la productividad.
“Claramente, todavía hay una necesidad de fertilizar. Se necesita suficiente nitrógeno para construir una planta saludable, ya que una planta saludable puede producir los azúcares de la raíz necesarios para alimentar a los microbios. Sin nitrógeno, la planta no puede mantenerse a sí misma ni a los microbios inoculados, por lo que la eficacia se ve bastante disminuida en ausencia de algo de nitrógeno fertilizante”, explicó el autor principal del estudio Fred Below, profesor de ciencias de los cultivos.
El estudio, “Inoculación del suelo con bacterias fijadoras de nitrógeno para complementar la necesidad de fertilizantes para maíz”, se publicó en Agronomy Journal [DOI: 10.1002/agj2.21729]. Los autores incluyen a Logan Woodward, Connor Sible, Juliann Seebauer y Fred Below. La investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura del USDA.
Fuente: ChileBio | Inbio